Siete obras de regadío se iniciaron en 2019 por 24 millones

SPC
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El 71% de la superficie corresponde a obras en La Armuña (Salamanca), si bien permanece en ejecución el desarrollo de años anteriores en Payuelos (León), y en la red Esla-Carrión

Siete obras de regadío se iniciaron en 2019 por 24 millones - Foto: MiriamChacoN

Los nuevos regadíos no se detienen en la Comunidad. Siete obras se iniciaron en Castilla y León en el año 2019, por un montante de 23,27 millones de euros, que benefician a casi 9.231 hectáreas que están siendo modernizadas. El 71 por ciento de la superficie corresponde al desarrollo de La Armuña (Salamanca), con 6.577 hectáreas y una inversión de 15 millones de euros.

Pero además, el año pasado, etapa preCOVID-19, arrancó la transformación de nuevos regadíos en el Canal de Pollos (Valladolid), para 1.272 hectáreas, con un monto de 3,87 millones de euros; el proyecto de toma, conducción principal y balsas de regulación de la zona regable del río Valdavia, en Palencia, que permite actuar en una superficie de 2.400 euros, con 11,26 millones, y otras de carácter menor en la zona de Aranzuelo (Burgos), para una tubería de transporte, por 600.000 euros; una línea para la estación de bombeo del sector VII del Páramo Bajo (León), por 750.000 euros; y el bombeo fotovoltaico en la Comunidad de Regantes de Belorado (Burgos), por 820.000 euros, según fuentes de la Consejería de Agricultura y Ganadería y del Instituto Tecnológico Agrario a las que tuvo acceso Ical.

Por otro lado, permanecen en ejecución de años anteriores tres obras de regadío: dos de ellas en Payuelos (León), en los sectores XXIV (1.986 hectáreas y 12,93 millones) y en el XXIII (1.683 y 10,86 millones), y la otra en Valladolid?Palencia, para la red de riego Esla?Carrión, que gracias a una inversión de algo más de 15 millones beneficiará a la modernización y nuevos regadíos de 2.136 hectáreas. Otro millón de euros más se destina para el Plan de Emergencia de la Balsa del sector IV de este trasvase.

Por último, durante 2019 se finalizaron diversas obras cuyo importe asciende a 19,39 millones y beneficia a 3.950 hectáreas. La de mayor cuantía corresponde al sector XXII de la zona regable de Payuelos, por 13,82 millones (3.052 hectáreas).

El resto hacen referencia a obras en Hinojosa del Campo (Soria), por 1,89 millones (490 hectáreas); el azud del río Añamaza, en el Canal de San Salvador (Soria), por algo más de un millón de euros; Hontoria de Cerrato (Palencia), por 1,85 millones (254 hectáreas); la reparación del regadío del Adaja (Ávila), por 510.000 euros; y el proyecto de adecuación y mejora de la presa sobre el Arroyo Endrinal, en Santa Lucía de la Sierra (Ávila), por 290.000 euros y que afecta a 154 hectáreas. 

El presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, consideró que toda cifra de transformación en regadíos en la Comunidad es “poca” porque Castilla y León tiene uno de los porcentajes de regadío respecto a superficie de secano más bajos, con entre un 12 y un 14 por ciento del total, cuando la media en España está por encima del 20 por ciento. “Tenemos una necesidad muy grande”, incidió en declaraciones a Ical.

Actualmente, la Comunidad cuenta con unas 550.000 hectáreas de regadío, de las que 150.000 son por sondeo. De las 400.000 restantes, otras 150.000 están sin modernizar. “En el siglo XXI es absurdo que aún quede superficie de regadío así, porque ahorra agua, tiene mejor manejo y es positivo para el medio ambiente”. Por ello, reclamó a la Junta que tenga en cuenta este diferencial en la nueva programación del PDR 2022-2027 de la PAC. “El objetivo debe ser concluir la modernización de todos los regadíos, las 150.000 que faltan”, insistió, al igual que consideró que debe ser una “prioridad” reconcentrar todo el secano de la Comunidad, porque la actual disponibilidad parcelaria data de los años 60 y “no sirve para esta dimensión para la maquinaria actual”.

Por último, admitió y entendió que las obras de regadío se paralizaron un tiempo durante el confinamiento más drástico por el COVID-19 en el estado de alarma, cuando “se ralentizó todo”, entre ello las adjudicaciones, pero “ahora la cosa está volviendo a un ritmo de normalidad en las obras”.