Una vuelta al mundo en familia

C.M. / Burgos
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El matrimonio de maestros formado por Alberto y Marisol ha decidido aparcar su profesión durante un año y dedicarse a viajar junto a sus hijas, Alicia y Eva

Los cuatro montando en elefante durante su estancia en Bali. - Foto: diariodeburgos.es

Quién no ha soñado con aparcar durante un tiempo el trabajo y dar la vuelta al mundo. Pero solo unos pocos tienen arrestos para lanzarse a esta aventura. La pareja de maestros formada por Alberto y Marisol ha visto cumplido este sueño y, además, lo ha hecho acompañados por sus hijas, Alicia y Eva. No se puede pedir mas.

Partieron el 22 de julio del año pasado y regresarán el próximo mes de junio después de conocer cientos de lugares de Europa, Asia, América y Oceanía. Lo harán ligeros de equipaje, como se fueron, pero repletos de vivencias y experiencias que jamás podrán olvidar.

Esta aventurera familia comenzó a preparar el viaje dos años antes. Dibujó varios itinerarios, buscó posibilidades de alojamientos y de vuelos, información de las vacunas que tenían que ponerse, los visados que solicitar y un largo etcétera. Para poder cumplir su sueño, Alberto y Marisol han pedido un año sabático, una opción que ofrece la Junta para los trabajadores de la enseñanza y que consiste en repartir el salario a lo largo de cinco años. Se trabaja los cuatro primeros y el quinto no, pero en todos ellos se cobra un 85% del sueldo. La administración reserva la plaza y otro maestro trabaja en el lugar de la persona que disfruta del citado permiso.

También han tenido que resolver la situación escolar de sus hijas, una en sexto de Primaria y otra en primero de Secundaria. No hubo problema. Los directores de los centros a los que acuden, colegio Jueces de Castilla e instituto Comuneros, no pusieron ninguna pega. Además, el colegio ha viajado con ellas porque al ser su padres maestros han adaptado los contenidos a la realidad que se han encontrado en el viaje.

De hecho durante estos meses las pequeñas han dado una media de tres horas diarias de clase por las mañanas, mientras que por la tarde iban a ver parques, zoos o museos. «En todos ellos hay paneles o programas que explican lo que vemos que aportan mucha información. Haber tenido que educar a nuestras hijas sin la tensión de las tareas ni de los controles ha sido gratificante. Hemos tomado distancia del trabajo habitual y ello nos ha llevado a cuestionarnos o replantearnos algunos aspectos del mismo. Por ejemplo, una cosa es enseñar y otra examinar.», explicaron.

Los padres han aprovechado para visitar algunos centros educativos de los lugares de los que han estado para conocer otras formas de enseñanza.

Inicio en Estados Unidos

Esta familia empezó su vuelta al mundo por Estados Unidos, para continuar por Canadá, Islas Fiji, Nueva Zelanda, Australia, Indonesia, Singapur, Malasia, China, Israel y Turquía. Después de ocho meses decidieron volver a Burgos en abril para que sus hijas retomaran el contacto con el colegio, la familia y los amigos. Posteriormente, han reanudado su viaje por el Mediterráneo para centrarse en Italia, Grecia y Francia, donde concluirán el 3 de junio.

Después de este largo recorrido Alberto, Marisol, Alicia y Eva afirman que ninguno de los lugares que han visitado hasta el momento les ha defraudado, pero sobre todo destacan lo que han aprendido de sus gentes. «Dar la vuelta al mundo es el viaje de los viajes y, como leímos en un blog, es como abrazar a la Tierra. Si encima lo haces en familia, es una experiencia muy enriquecedora, inolvidable y única porque tal vez no se pueda volver a realizar, aunque nunca se sabe. Hablar con tanta gente nos ha permitido conocer mejor la realidad de cada país, de su cultura, sus costumbres, su economía. A nuestras hijas les ha gustado la experiencia porque han conocido gente nueva y han visto lugares a los que querían ir. Creemos que esta experiencia las servirá para su vida futura», añadieron.

Sin embargo, un día se sentaron a reflexionar e hicieron una votación sobre los sitios y vivencias que más les han marcado. Por ejemplo, ver ballenas y parques naturales como el Yosemite, el cañón del Colorado, San Francisco o Nueva York en USA; la isla de Kauai en Hawaii; el Lone Pine Koala Santuary en Brisbane; Sydney; los lagos y glaciares de Nueva Zelanda; las islas del Pacífico; Singapur; los guerreros de terracota cerca de Xian o el Templo del Cielo y la Ciudad Prohibida en Beijing y la Muralla China.

Tampoco se olvidarán de los buenos momentos pasados viendo un musical en Broadway, de su estancia en Singapur, Shanghai y Xian durante el Año Nuevo Chino, de las Navidades en Australia en un camping y oyendo villancicos o de la Nochevieja en Sydney comiéndose una tortilla de patata en un parque con miles de personas antes de tomar las uvas.

Como es de suponer han vivido numerosas anécdotas, la mayoría de ellas relacionadas con la gente. La causalidad quiso que se encontraran en Nueva York con unos sevillanos cuyo blog les servía de guía, que vieran a su prima Sonia en San Francisco, coincidieran con la sobrina de una amiga en Estambul o conocieran de forma casual en Brisbane, a una amiga de la familia de Singapur a la que habían prestado su casa de Burgos. Además, en el hostal de Xian en el que se alojaron las paredes estaban cubiertas de dibujos de las personas que se habían pasado por allí, uno de ellos era de una pareja de Burgos, Celia y Javi, que también están dando la vuelta al mundo.

A lo largo de su viaje no han tenido ningún problema serio y todos se resolvieron satisfactoriamente. Uno de ellos tuvo que ir al dentista porque se le cayó un empaste y en una ocasión se les olvidó una mochila en el hotel de Tonga cuando ya estaban ya en el aeropuerto. El taxista les pidió 25 euros por ir a buscarla y se la trajo casi a punto de salir el avión. «El mayor problema que hemos tenido fue cuando quebró Spanair al poco de comprar los billetes de vuelta desde Estambul a Madrid. Después de haber cogido 21 aviones de diferentes compañías, te llena de asombro y tristeza que el que te deja colgado sea uno de tu propio país», subrayaron.

10.000 euros por persona

¿Y resulta caro dar la vuelta al mundo? Pues esta familia se ha gastado unos 10.000 euros por persona. Han buscado los vuelos más baratos y se ha alojado mediante el sistema de intercambio de casa, algo que ya hacían antes de iniciar esta aventura, un total de 26. «No debe dar reparo dejar tu casa a otra familia. Es una experiencia excelente. Si no hubiéramos optado por este sistema no hubiéramos podido estar tanto tiempo fuera. Nuestros ahorros han menguado, pero pensamos que es un dinero bien invertido».

Esta familia considera que el mundo es el mejor libro para aprender y hay que aprovecharlo para seguir abriendo los ojos, la cabeza y el corazón y ser más comunicativos, curiosos, creativos, comprensivos y comprometidos. Toda su vuelta al mundo puede seguirse el blog http://alesteporeloeste.blogspot.com.