Celáa defiende la Ebau pero reconoce que se puede armonizar

SPC
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La ministra asegura que «hay cuestiones que podemos mejorar», y emplaza los cambios a una comisión donde estén universidades, comunidades y Gobierno

La ministra de Educación, Isabel Celaá, y el rector de la UVA, Antonio Largo, inauguran el Congreso de Estudios Clásicos - Foto: Ical

La ministra de Educación y Formación Profesional en funciones, Isabel Celaá, reconoció ayer enValladolid que se pueden «armonizar» algunos aspectos de las pruebas de acceso a la Universidad, la Ebau, para atender las demandas de algunas comunidades autónomas, comoCastilla y León, aunque defendió que el actual modelo «funciona bien». De esta forma, Celaá se refirió a la petición de varias regiones de establecer una Ebau única en toda España, sobre lo que reiteró su voluntad, una vez se haya formado Gobierno, de constituir una comisión tripartita en la que estén representados tanto el Ejecutivo central como las regiones y las universidades y en la que abordar elementos «que sean útiles» para «una armonización mayor» entre autonomías. 

Entre las cuestiones que se pueden armonizar estarían, a juicio de la ministra en funciones, fórmulas para corregir o aspectos relacionados con «la cantidad y calidad de los contenidos». En cualquier caso, subrayó que la Ebau «funciona bien» según los rectores universitarios y los profesores de Secundaria, aunque «hay cuestiones que podemos mejorar». Unas declaraciones que la ministra en funciones realizó en la Universidad de Valladolid, donde participó en la inauguración del XV Congreso de Estudios Clásicos ‘El Foro de los Clásicos’. 

Cariz humanista

IsabelCelaá avanzó también que no descarta un cierto cariz humanista en la actual reforma del sistema educativo que el Gobierno de España ha afrontado «en clave de encuentro con los desafíos contemporáneos». Este enfoque hacia el mundo de los clásicos, añadió la ministra, «ha de beber de los valores occidentales y nuestra cuna está también en Grecia y en Roma».

Recordando las conclusiones del Foro de Davos celebrado el pasado mes de enero, explicó que los gobiernos tienen ante sí el «desafío» de «desarrollar en los jóvenes las competencias para preservar el humanismo en plena era digital», propiciando «el desarrollo del pensamiento crítico, el impulso de la creatividad, el alfabetismo digital y una capacidad para la empatía, la sensibilidad y la colaboración», aspectos que, a su juicio, «se incardinan en los valores clásicos».

«La única certeza en estos tiempos de incertidumbres, que afectan incluso a la ética, es el cambio, profundo, acelerado e imprevisible que se hace visible en todos los aspectos de la vida», y señaló que «las transformaciones que introdujeron las civilizaciones clásicas fueron revolucionarias».