Todavía quedan muchos detalles por definir acerca de la entrada de trenes AVE a Miranda de Ebro, pero el estudio de impacto ambiental ya esboza por dónde irán los tiros. Así,  en el documento del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico se recoge que en el punto kilómetro 9,724 del trayecto Pancorbo-Vitoria «se dispondrán dos ramales de conexión con la línea actual Madrid-Hendaya, posibilitando la comunicación de la alta velocidad con la localidad de Miranda de Ebro». O sea, que desde la variante (la escogida es la alternativa 2) que circunvalará la ciudad saldrán dos vías -de ida y vuelta- que llegarán hasta la línea convencional para que circulen los convoyes -a velocidad normal- hasta la estación mirandesa, que sí deberá ser acondicionada para la llegada del AVE. La diputada socialista Esther Peña confirmaba que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana «estudia cómo se llevará a cabo la reforma de la estación». Desde allí los trenes continuarán su camino para incorporarse de nuevo al trazado nuevo del AVE.

En este sentido, la declaración de impacto avala el compromiso que expresó José Luis Ábalos hace un mes en Miranda de que el AVE tendrá parada estable en la ciudad. Eso sí, no todos los trenes que pasen por la línea se detendrán en la localidad.

El diseño de esos ramales deberá concretarse en los proyectos constructivos, ya que en el estudio informativo no figuraban detalles. Es más, la declaración de impacto considera que el análisis de edificaciones afectadas por el ruido en Miranda es insuficiente por no incluir los ramales que unirán la variante con la ciudad. Por tanto, en la fase de proyecto habrán de determinarse éste y otros pormenores que puedan afectar también a la fauna, al paisaje o a elementos del patrimonio.