En compañía de la guitarra

I.L.H.
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Después de formar parte del grupo La Grúa, Mario Martínez presenta su proyecto en solitario. Soy Mario -de nombre artístico- le canta al amor, la actualidad o la comunicación en 'Luz de gas'

Los temas de ‘Luz de gas’ están disponibles en las plataformas digitales. Soy Mario tiene conciertos cerrados en Cerezo deRío Tirón y Sasamón. - Foto: Patricia González

La soledad del confinamiento y las restricciones posteriores para juntarnos le ha llevado a probar suerte en solitario, a que su guitarra sea su círculo de convivencia y a que se le conozca como cantautor en las distancias cortas. «Todo surgió a raíz de la pandemia. No poder juntarme para ensayar con mi grupo y las limitaciones que había para actuar, imponía que tuviéramos que estar parados y yo quería seguir haciendo música. Así que empecé a grabar estas canciones y plantearme otro camino». Tras formar parte durante cinco años de la banda de pop-rock La Grúa, con el que grabó los discos  De musa en musa y Ensayo y Error, Mario Martínez se reivindica ahora bajo el nombre de Soy Mario. 

El cambio conlleva pasar del sonido cañero de dos guitarras eléctricas, batería y bajo al más melódico de una guitarra española... y a ritmos como el de la ranchera, con el que ahora se atreve en Perdido con dirección. «Pero las canciones las hago igual», añade recordando que ha rescatado dos temas del grupo: Escucha (un demonio bueno) y Mundo susodicho.

Soy Mario publicó el viernes la última de las canciones de Luz de gas, el EP con el que se da a conocer como cantautor. Todos los temas los ha lanzado acompañados de videoclips en los que viaja por distintos lugares de la ciudad y provincia junto a Rodrigo Arnaiz y Adrián Rodríguez. Ha grabado en la sala Andén 56, la Quinta, la Ventilla, Urrez y en las cuevas de San Martín de Ubierna, entre otras localizaciones, apoyado en la producción por la Burgos Film Comission. 

En el apartado audiovisual, sobre todo, se descubre otro Mario diferente al de sus letras, con un estilo un tanto socarrón y divertido, en el que se disfraza o utiliza todo tipo de atrezo para apoyar los temas. «En las redes me defino también como showman. Soy comunicador, locutor de radio y, aunque las canciones que hago son serias, en general me gusta que se note el buen rollo y que lo que quiero es entretener», reconoce. Y así quiere que se le conozca. Por eso en sus conciertos incluye pequeños monólogos, hace bromas y en definitiva monta el espectáculo: «Va en mi personalidad. y en mi forma de ser. Pero es verdad que las canciones me las tomo, quizá, demasiado en serio. Por eso en la puesta en escena le doy ese otro aire más irónico».

De esa «gravedad» que defiende en la composición de sus temas da cuenta, por ejemplo, la canción Guerra en la paz, en la que habla de la libertad de expresión y se muestra contrario a la censura alegando que «todos en algún momento podemos estar equivocados, decir cosas que no son verdad o cambiar de pensamiento y no por eso ha de tener consecuencias negativas, porque no se nos puede juzgar por lo que digamos un día concreto».

Ese tema, la ranchera, Predicando en el desierto o el tema que da título al disco, Luz de gas, los presentará en directo en los conciertos que prepara para este verano. Para empezar, tiene cerrada actuación en Cerezo de Río Tirón el 6 de julio y en Sasamón  el 30 del mismo mes.