Tráfico no sabe si contará con los drones de radar en verano

F.L.D.
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También se mantiene a la expectativa con las nuevas furgonetas camufladas, implantadas ya en otras provincias, y con los nuevos cinemómetros de tramo

Estos dispositivos son rotatorios. - Foto: Sara Muniosguren

El dron que la Dirección General de Tráfico destinó en 2019 a la provincia de Burgos no ha podido mostrar su potencial. Apenas existen un par de decenas en toda España y, por tanto, tienen que ir rotando por todos los territorios. En agosto del pasado año sobrevoló los cielos de la provincia durante unas semanas, aunque la mayoría del tiempo no pudo sancionar porque no estaba homologado conforme a los criterios técnicos del Centro Español de Metrología (CEM). Una vez utilizado para ocasiones muy concretas, pasó a otras manos y en la jefatura provincial desconocen cuándo podrán volver a contar con él, aunque puede que no tarden mucho.

La DGT incorporó estos drones para que funcionaran dentro de una programación base, similar a la que realiza el helicóptero Pegasus. Eso sí, las jefaturas pueden solicitarlo para circunstancias o situaciones especiales. Son muy útiles, sobre todo, para controlar tramos donde el riesgo de accidentalidad es mayor. 

Si este dispositivo está homologado, da la opción de captar una infracción que puede ser notificada en el acto por un agente de la Guardia Civil o ser tramitada posteriormente por la Subdelegación del Gobierno. No obstante, en un principio no estaba concebido para captar los excesos de velocidad, algo que sí poseía el Pegasus. 

Las novedades en cuanto al control de carreteras con varias, aunque por el momento ninguna llegará a la provincia. Tráfico anunció hace unas semanas la sustitución de radares fijos por otros de tramo. Estos cinemómetros están preparados para controlar la velocidad durante un recorrido más largo. Principalmente, la idea es acabar con esa mala costumbre de algunos conductores de frenar unos metros antes de pasar por la cámara anunciada poco antes.

Otras de las herramientas con las que la Dirección General de Tráfico contará para detectar conductas temerarias, especialmente el uso del teléfono móvil al volante -que se ha convertido en uno de los caballos de batalla para los próximos meses-, serán las llamadas furgonetas camufladas. Gracias a estos vehículos, agentes de la Guardia Civil podrán transitar por las carreteras de manera discreta para realizar una vigilancia más cercana y eficaz  de los habitáculos de los turismos y camiones. Se trata de un proyecto cuyas pruebas comenzaron aproximadamente hace dos años en Galicia y, tras observar sus extraordinarios resultados, decidieron implantarlas en el resto de comunidades autónomas.  

Por el momento se ha anunciado la adquisición de 15 para toda España. En la jefatura provincial desconocen cuántas, y cuándo, llegarán a Burgos.