El turismo en la provincia de Burgos, especialmente en la capital, depende en buena medida de la afluencia en zonas de "sol y playa", al ser un lugar de paso, ha asegurado a Efe el vicepresidente de la Federación provincial de Empresarios de Hostelería, Luis Mata.

Según los datos de la federación, las fluctuaciones de ocupación guardan en verano una relación directa con la ocupación en zonas costeras, dado que un alto porcentaje de visitantes están de paso, muchos de ellos desde otros países europeos a la costa sur de España.

Mata ha estimado que la ocupación hotelera en Burgos está en niveles muy similares, aunque algo superiores, a los de 2018 en lo que llevamos de año.

En cuanto a la ocupación en agosto, la media hasta ahora se acerca al 80 por ciento, aunque subirá en los próximos días hasta el 84 por ciento para caer en los últimos diez días del mes a un porcentaje que rondará el 70 por ciento.

Junto al turismo de paso, el vicepresidente de la federación ha destacado el aumento de ocupación que conllevan algunos eventos estivales, entre los que ha destacado Sonorama Ribera, que no solo provoca aumentos de ocupación en los establecimientos de la Ribera del Duero, sino en prácticamente toda la provincia.