El polivalente futbolista mejicano Javier Junyent está viviendo una segunda juventud esta temporada a orillas del Duero. Reconvertido a posiciones de mediocentro, lugar donde ya destacara en su último año en Almazán, el jugador azteca ha conseguido, de la mano de Álex Izquierdo, erigirse en uno de los principales baluartes ribereños en la parcela ancha del campo. Un espacio compartido con el hispano-venezolano Vitolo y que, además de ofrecer resultados, ha servido a la entidad blanquiazul para redescubrir al tándem americano como el auténtico motor de juego de los de El Montecillo.
«La verdad es que estamos contentos con la dinámica que estamos teniendo estas jornadas», ha reconocido Junyent para DB sin perder de vista que, pese a lo dulce de la situación, lo que toca ahora es aprovechar esta tendencia para «tratar de cerrar bien de aquí a diciembre y poder estar en los puestos de arriba al cambio de año, que es lo que todos queremos».
Así lo espera porque, como indica, «creo que ahora todos hemos empezado a funcionar mejor». Un hecho que le ha permitido brillar igualmente a él sobre el césped a nivel personal en la zona entre áreas con el paso de las semanas y que ha sido posible gracias, señala sincero, a que al final, «a partir de lo colectivo, lo individual también sale siempre un poco mejor».
Los números avalan su discurso igual que su presencia en el campo. Y es que, con él de corto (ha acumulado hasta la fecha 722 minutos de los 990 posibles en liga y 8 de 11 titularidades), la Arandina ha logrado afianzar para sí la friolera de 13 de los 14 puntos de que dispone actualmente en su casillero. Mérito de todos manifiesta, pero también, y en especial, de la buena sintonía que éste mantiene sobre el césped con su media naranja deportiva: Vitolo. Un compañero de quien el azteca sólo habla maravillas y con el que, sentencia, ha hecho una «buena pareja» que ha redundado en beneficio mutuo al «fortalecernos los dos» para «ayudar a que el equipo funcione».
Sin desmerecer, eso sí, a la «buena relación existente con el resto del grupo». Algo palpable dentro y fuera del terreno de juego y que ha servido de detonante para que la mejoría en prestaciones de la Arandina en liga haya terminado por llegar.
Ahora bien, los resultados sólo indican el principio del camino. Y es por ello que Junyent, siempre cauto, aboga por seguir manteniendo día a día la misma filosofía que ha permitido al equipo llegar hasta aquí. Más allá, incluso, del ambiente de euforia que pudiera haberse generado en la afición tras los buenos resultados de octubre.
Así, apunta, «en este momento estamos bastante fuertes, pero este año está todo muy parejo. Los clubes están a un nivel competitivo similar y los equipos de abajo y media tabla bien pueden ganar a cualquiera». Por esa razón, precisamente, buscará junto a sus compañeros «hacer bueno» el empate de Tordesillas ganando este domingo en casa a la Virgen del Camino. Un hito que bien podría servir a la Arandina para acercarse otro paso más a la zona alta de la tabla (Almazán y Tordesillas se miden entre sí y el Ávila recibe al Astorga), y que, aunque «no obsesiona» al vestuario, sí tiene a la plantilla ribereña en liza porque, como finaliza Junyent, «aquí la exigencia es máxima y desde un principio el playoff fue algo que todos dijimos que queríamos».