El Ayuntamiento de Burgos y el Consorcio Provincial de Residuos han comenzado ya a negociar el posible traspaso del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Cortes al ente, controlado por la Diputación pero con una nutrida representación de los municipios de la provincia. Aunque las conversaciones acaban de arrancar eso ya es mucho si tiene en cuenta que el Consistorio capitalino, de donde nació la propuesta, llevaba meses intentando propiciar el inicio de reuniones técnicas entre ambas partes.

De esas primeras reuniones ha salido una propuesta por parte del Consorcio que, según relata el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Burgos, Josué Temiño, se resume en que el ente sugiere una especie de periodo transitorio de 4 años en el que la ciudad «seguiría gestionando y siendo el titular de las instalaciones y, en paralelo, el Consorcio ejecutaría las obras de remodelación del CTR». Superada esa etapa, el Consistorio cedería el centro de Cortes.

En esa propuesta en la que se está hablando, el Ayuntamiento asumiría también durante este periodo de transición «las inversiones necesarias para la gestión del centro». La concreción de estos puntos se antojan importantes para el desarrollo de la negociación ya que hay que recordar que las instalaciones del CTR están muy anticuadas y la maquinaria está envejecida y más que amortizada.

La intención del Ayuntamiento es que sea el Consorcio el que asuma el grueso de las inversiones que hay que ejecutar. Es difícil precisar el importante, aunque en alguna ocasión se ha hablado de que sería necesario realizar un desembolso de unos 7 millones de euros. Habría que concretar también el precio que paga la ciudad por cada tonelada de residuos que gestione el ente provincial. Punto, este último, que también habría que tocar en algún punto de la negociación.

La propuesta realizada por el Consorcio no colma las expectativas que el Ayuntamiento tenían antes de iniciar la negociación ya que su intención era la de desprenderse de las instalaciones lo antes posible.

En un escrito que el Ayuntamiento envió al Consorcio ya hizo saber que considera «obsoleto» y un «modelo ya superado» que sea la ciudad la que se encargue del tratamiento de los residuos. A modo de ejemplo detallaron que «todos los centros de tratamiento de las capitales de provincia de la región están incluidos en un consorcio provincial, a excepción de Valladolid».

En esta línea, se recalca que «la eficiencia y racionalidad de la gestión está detrás de este modelo ciertamente extendido» porque  «la integración del CTR en el Consorcio se beneficiaría de la sinergia de la economía de escala. Determinados residuos que se recogen en los puntos limpios en la parte sur de la provincia (por ejemplo, envases) podrían tratarse en Cortes, en lugar de en Abajas».

Donde el Ayuntamiento puede forzar la negociación es en el hecho de que el CTR del que es titular trata en este momento, además de los residuos de la capital, los de los municipios del Alfoz. Y no tendría por qué hacerlo.
Las negociaciones están aún verdes, pero están en marcha.