Burgos es la única provincia de Castilla y León que todavía no ha recibido vacunas de la farmacéutica Moderna; las primeras 2.500 unidades enviadas a la región se han repartido entre todas las demás, en cantidades variables: 200 en León, Palencia, Salamanca, Segovia y Valladolid; 300 en Soria; 700 en Zamora; y, las 500 restantes, en Ávila. Fuentes de la Consejería de Sanidad explicaron a este periódico que «se ha priorizado a las provincias donde andaban más escasos» de viales de vacunas de Pfizer/BioNTech, de las que aún hay remanente en la provincia.

Desde finales de diciembre se han recibido en la provincia 16.380 unidades de la vacuna desarrollada por estas dos compañías, de las cuales ya se han administrado el 75,2% (12.324). Esta profilaxis es la que se ha puesto en todas las residencias de ancianos (usuarios y trabajadores), en las que el miércoles ya se inyectó la segunda dosis a 752 personas, todas ellas de las residencias del complejo de Fuentes Blancas. Ayer y hoy se continúa con la administración de la primera dosis a los trabajadores de los centros de salud y mañana se reanudará la gira por los geriátricos y residencias en los que han pasado 21 días desde la inyección de la primera dosis. Este es el período recomendado por el fabricante para completar la pauta de vacunación que, según los ensayos clínicos, a la semana permite al organismo empezar a generar anticuerpos frente al SARS-CoV-2 y evitar así que la persona vacunada desarrolle la enfermedad del coronavirus. A partir de febrero se sabrá en la provincia cuánto tiempo dura la inmunidad adquirida de forma artificial.

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