Estudia dar ayudas para embellecer el pueblo y ganar visitas

S.F.L.
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Castil de Lences quiere formar parte de la Asociación de los Pueblos más bonitos de España y necesita modificar parte de la estética

La localidad burebana destaca por el cuidado de sus inmuebles y calles. - Foto: S.F.L.

El Ayuntamiento de Castil de Lences estudia ofrecer ayudas a todos sus vecinos con el fin de mejorar la estética común de la pequeña localidad y a su vez formar parte de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España. Su alcalde, Víctor Mendieta, y su equipo trabajan con esmero para conseguir que la pedanía se convierta en un referente turístico dentro de  la comarca burebana y la provincia burgalesa.

Para ello, entre los miembros del equipo de gobierno están elaborando una memoria documental que incluye todos los detalles que no son acordes con la estética del pueblo y que se pueden mejorar, como podrían ser carpinterías de aluminio o chapa gris o fachadas descuidadas y que son requisitos indispensables para entrar en la agrupación, a la que pertenecen 94 localidades, cuatro de ellas burgalesas: Covarrubias, Lerma, Caleruega y Frías.

Mendieta asegura que los vecinos están concienciados por llevar a cabo la iniciativa pero también es consciente que sin recibir una cuantía económica de parte del Consistorio o de alguna otra entidad, algunos no ejecutarán ninguna modificación en sus propiedades. «Vemos necesario motivar con ayudas las rehabilitaciones, que la gran mayoría no implica un gasto elevado de dinero», declara. Además, el primer edil agradece al Ayuntamiento de Poza de la Sal -el municipio al que pertenece Castil de Lences- la importante labor que hace con el cumplimiento de la ley y de las normas urbanísticas en su pueblo. «De vez en cuando aparece algún detalle que no debería haberse realizado pero no suele ser habitual», añade.

En 2019 se llevó a cabo una reforma del callejero del pueblo y se añadieron seis vías nuevas para evitar los problemas que surgieron el último año con los carteros, empresas de mensajería o actuaciones de Iberdrola provocados por la mala rotulación de los inmuebles y calles en varios puntos del pueblo. Así, el actual plano dispone de 18 vías, mientras que el antiguo solo tenía 12. Con intención de conservar una estética embellecida las placas donde aparecen escritos los nombres las esculpió en piedra un cantero de Salas de los Infantes. Igualmente, desde el Ayuntamiento solicitan a los propietarios de los inmuebles que los números de cada vivienda sean de metal negro, piedra o imitación para lograr una uniformidad con el resto del pueblo.

Fuentes municipales y vecinos de la localidad  coinciden en que cada vez resulta más habitual presenciar turistas en el entorno, bien atraídos por la belleza de cada rincón del pueblo, por el convento de Santa Clara y por el paisaje que rodea la zona.

DOS ASPIRANTES PARA GESTIONAR LA CASA RURAL.

Tras meses de demora, las obras de la construcción de la casa rural de Castil de Lences han comenzado. El negocio, que previsiblemente abrirá sus puertas de cara a la Semana Santa de 2021, comenzará a buscar en octubre personal para su gestión.

Sin embargo, tras enterarse a través de los medios de comunicación que el Ayuntamiento pretende licitar la casa, dos personas se han puesto ya en contacto con el alcalde mostrando su interés. Cristina, una burgalesa cuyo actual trabajo nada tiene que ver con atender clientes en un local de hospedería y Luis, un madrileño que no sentiría ninguna pena al dejar la estresante vida de la capital por una más tranquila en el medio rural. Ambos tendrán que esperar hasta otoño a que el Ayuntamiento lance la oferta pública pero el regidor, Víctor Mendieta, tiene esperanzas de que «aparezca más gente con ganas de trabajar en el pueblo». El alojamiento tendrá cuatro dormitorios y ofrecerá servicio de comidas y cenas.