La llegada al Burgos CF del grupo de empresarios locales que se ha hecho con el control de la mayoría accionarial ha devuelto la paz y la tranquilidad al club en vísperas de comenzar el play off de ascenso a Segunda División. El compromiso de estos accionistas de resolver las deudas con Hacienda y la Seguridad Social y de abonar las nóminas pendientes tanto a la plantilla como a los empleados del club acaba con la incertidumbre de las últimas semanas, que había provocado un duro comunicado de los jugadores denunciando la situación.

La plantilla regresaba ayer a los entrenamientos y los trabajadores de la entidad seguían con su ritmo frenético para preparar el play off de ascenso. Y en el ambiente se respiraba alivio tras leer en Diario de Burgos la noticia sobre el cambio en el accionariado del club y el compromiso de los nuevos propietarios de hacer frente a las deudas generadas en los últimos meses. Los futbolistas ya mostraron públicamente su enfado la pasada semana, pero los empleados, los más afectados porque se les deben tres meses, han sido mucho más discretos y recibieron estos nuevos acontecimientos con una evidente alegría.

Los Caselli, hasta ahora los gestores del Burgos CF y máximos accionistas, han pasado a controlar únicamente un 10% del capital social. Franco Caselli, el presidente del consejo de administración, aseguró que se trata de una medida temporal, pactada con los nuevos propietarios buscando la estabilidad deportiva del club, y que pronto, «en los próximos días», su padre (Antonio Caselli) recuperará el control accionarial.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)