La memoria de las piedras

I.L.H.
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Julián Valle expone en la galería Gurriarán de Madrid 21 obras (pintura y cerámica) que siguen la estela del proyecto presentado en el CAB

El artista arandino expone en Madrid siguiendo la estela del proyecto presentado en el CAB. - Foto: Patricia

Piedra, papel, tijera. En el juego de manos los tres elementos vencen dependiendo de a quien se enfrenten. Julián Valle encara la dureza de la roca con la fragilidad del soporte de la acuarela para identificar el poder y el liderazgo de cada uno en su propio hábitat: una piedra tallada como eremitorio es el hogar y la memoria de quien lo utilizó como refugio; el papel sobre el que Valle pinta esas rocas horadadas es el cobijo del creador y el recuerdo de su mirada.

Siguiendo la estela que inició para el proyecto expositivo que a principios de este año presentó en el CAB bajo el título El tejido del mundo, el artista lleva a la galería Gurriarán de Madrid parte de esa obra e incorporaciones nuevas, tanto en pintura como en cerámica. Con formatos cuadros y circulares, que le dan mayor dinamismo, Valle recrea su paisaje interior y el que se otea en el horizonte, siempre con el papel y la roca como elementos. «La forma condiciona el contenido y la lectura también. El formato circular (o tondo) se asociada al ojo, al mundo, a lo cíclico, a la conexión, a la galaxia. Y aunque la imagen prima sobre su composición, juego con las formas geométricas para reforzar los sentidos», apunta.
paisajes de burgos. Con acuarelas de gran tamaño (de hasta 135 centímetros por un metro), óleos y piezas en gres, el artista arandino representa espacios vinculados a cuevas y eremitorios rupestres que existen en la meseta Norte y el valle del Ebro, incluyendo algunos de la provincia de Burgos, concretamente de la comarca de Pinares.

Esa firmeza de la roca, su mimetismo en el paisaje y la evolución que presenta por el paso del tiempo o de las estaciones se combinan con los vaciados en cerámica «que  podrían  ser  maquetas  de  estos  espacios  y  objetos  que  podrían pertenecer a estos mismos lugares», apuntan desde la galería madrileña donde Valle expone por segunda vez.  

En Gurriarán expone 21 obras, entre pictórica y escultórica, que ha escogido en función de las características del espacio: «Me gusta darle una intencionalidad  y en este caso está montado como un gabinete. Hay más piezas de las que suelo presentar porque no se trata de un museo, sino de una galería comercial. Por eso las cerámicas son más bien pequeñas y la obra pictórica está mucho más junta de lo que la colocaría en otro lugar. Pero respira bien, precisamente por cómo es el espacio.

El ganador del Premio Nacional de Pintura de La Rioja 2015 y finalista del BMW 2017 estará exponiendo en Madrid, en el espacio de arte de la calle Argensola, 25, hasta enero de 2022.