Vox da la Alcaldía al PSOE

J.M.
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Los dos concejales de la formación de Abascal desoyen las instrucciones de su partido y votan «en conciencia», evitan que Cs gobierne la ciudad y hacen regidor a De la Rosa

Vox da la Alcaldía al PSOE - Foto: Alberto Rodrigo

La ciudad de Burgos vivió ayer un día histórico. El PSOE, 16 años después de su primer y único asalto al Ejecutivo municipal, lograba conquistar de nuevo la Alcaldía de la capital en una jornada de infarto y de muchos nervios y en la que hubo que esperar hasta el último suspiro para saber que Daniel de la Rosa se convertiría en el regidor de la XI legislatura de la democracia. Y lo consiguió, más allá de por los 33.000 votos que logró el pasado 26 de mayo y que le dieron una contundente pero insuficiente victoria en las urnas, gracias a que Vox dejó de lado a sus aliados naturales, se enfrentó a las directrices nacionales de su partido, que instaba a sus dos ediles a pactar con Vicente Marañón, y a que optaron por votarse a sí mismos y allanar el camino a la fuerza más votada.

Aunque Vox ya había anticipado la noche anterior y de manera rotunda que propiciaría, de manera indirecta, que De la Rosa lograra la Alcaldía, las dudas se acrecentaron al saberse de la existencia de un acuerdo alcanzado de madrugada en Madrid entre el partido de Abascal y el PP para facilitar gobiernos del centro-derecha en todos los ayuntamientos en los que cupiera esa posibilidad. Se cerraba un pacto para la capital de España, otro para Zaragoza, otro en Palencia... Y aunque de Burgos no se sabía nada, entre los socialistas cundía el temor a que Ángel Martín y Fernando Martínez Acitores, como el resto, terminarían claudicando.

La llegada a la Casa Consistorial del candidato de Cs, Vicente Marañón, con el resto de concejales de su equipo alimentaba las sospechas por las indisimulables caras de preocupación de la comitiva. Era difícil adivinar si los rostros serios obedecían a un frustrado asalto a la Alcaldía o a los abucheos que recibieron de un grupo que les increpaba la ambición de alcanzar la Alcaldía con tan solo 5 ediles y que Burgos hubiera sido moneda de cambio en una negociación de ámbito nacional.

Con una gran expectación comenzaba el Pleno de constitución de la nueva Corporación. Los concejales electos tomaban posesión del cargo y la tensión ambiental solo se rompía cuando los ediles de Podemos Margarita Arroyo y Raúl Salinero y el de Vox, Martínez Acitores adornaron el protocolo. La primera de ellas prometiendo «por la igualdad entre burgaleses y burgalesas», el segundo «por amor y lealtad a Burgos» y el tercero al jurar «por Burgos y por España».

Los sudores fríos se podían sentir en la bancada que ocupaban los concejales del PP, Cs y Vox. Los teléfonos quemaban y llegaba el momento de conocer quiénes se postulaban como alcaldes. De la Rosa (PSOE) lo confirmaba, Lacalle (PP) se retiraba de la batalla, Marañón (Cs) se presentaba y al llegar el turno de Martín (Vox) la expectación era mayúscula. Si presentaba su candidatura significaba que iba a cumplir lo que había advertido la noche antes y que el Ayuntamiento se quedaría en manos socialistas. Así fue para resignación de las formaciones de centro-derecha y para alboroto, aunque extremadamente contenido, del grupo socialista. 

La situación se confirmó cuando llegó el turno de las votaciones. De la Rosa obtenía 13 votos, Marañón 12 y Martín 2. El candidato socialista, como representante de la lista más votada, se convertía en el nuevo alcalde de la ciudad. Ahora sí, en las filas socialistas se repartían las felicitaciones mientras que en la bancada del PP y Cs las caras no podían ser más largas.

La decisión de los concejales de Vox, que se mostraron muy nerviosos pero que recalcaron que se habían saltando las ordenes del partido porque entendían que tenían que «votar en conciencia» irritó sobremanera a la dirección nacional del PP.  El vicesecretario de organización de los populares Javier Maroto, anunciaba a los pocos minutos de conocer la noticia que pedirán explicaciones a Vox y que el lunes empezarán a trabajar en una moción de censura. (Más inmformación en edición impresa)