El PET-TAC del HUBU ampliará su rendimiento con un turno más

G.G.U.
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El equipo más avanzado del mercado en diagnóstico de cánceres ha atendido a mil personas desde abril, cuando empezó a funcionar. El 44% procedían de Soria, Palencia y Valladolid

Este equipo permite obtener imágenes muy precisas del organismo y localizar focos de crecimiento celular anormal. - Foto: Alberto Rodrigo

El equipo más avanzado del mercado en detección de cánceres e infecciones, el PET-TAC, ha explorado a 1.043 personas desde su puesta en marcha en el HUBU, el pasado abril. Ahora, el servicio del que depende, Medicina Nuclear, ha planificado la apertura de un turno de tarde para incrementar la actividad en más de un 45% y pasar de alrededor de 65 pacientes atendidos a la semana a unos 95. Es un incremento progresivo y necesario, dado que este equipo de alta tecnología -en el que se han invertido 4 millones- no tiene como población de referencia la provincia de Burgos, sino que ha de tratar también a enfermos de Soria, Palencia y Valladolid. De hecho, cuatro de cada diez explorados en estos primeros siete meses (466) procedían de estas provincias.

En Castilla y León solo los hospitales públicos de Salamanca y Burgos disponen de este equipo, que combina la Tomografía por Emisión de Positrones (PET) con la imagen del escáner (TAC) para localizar los focos de crecimiento celular anormal en el organismo. De ahí su eficacia en la detección precoz de tumores y metástasis, pero también en otras afecciones cardiacas (infartos), neurológicas (alzhéimer) o infecciones de difícil diagnóstico.

La PET es una prueba diagnóstica no invasiva, que emplea material radioactivo en pequeñas cantidades para obtener imágenes que permiten evaluar las funciones de órganos y tejidos. Puede acompañarse de un escáner (TAC), como es el caso, y obtener unas imágenes más precisas del organismo, al servirse de tecnología muy avanzada en Medicina Nuclear y en Radiología. Esta combinación hace del PET-TAC la mejor herramienta para el diagnóstico y seguimiento de tumores, por lo que la mayor parte de su actividad (90%) tiene que ver con lo oncológico.

La instalación de este equipo, que encarga Sacyl y paga la concesionaria del hospital, es un hito para Burgos, que lo demandaba desde antes de la apertura del nuevo hospital para evitar los desplazamientos de pacientes a Salamanca. Con casos en los que, hecha la derivación, los profesionales del hospital salmantino consideraban que la prueba no era necesario y rechazaban la derivación.

En un principio, se dio por hecho que el nuevo hospital abriría con este equipamiento -así se especificaba en el proyecto inicial- pero no fue el caso y, al final, el HUBU ha tenido que esperar nueve años para poder contar con la PET-TAC. Casi la mitad de ese tiempo se ha dedicado a estudiar las distintas opciones del mercado, a negociar con la sociedad concesionaria y a hacer la obra donde se ha instalado la máquina, en la planta menos tres del bloque B.

37 de media. A primeros de diciembre se cumplirá un año desde que se empezó a montar el equipo, que luego necesitó un tiempo de mediciones y la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para empezar a funcionar, algo que sucedió a mediados de abril. Desde entonces, ha explorado a 1.043 pacientes, de los cuales 577 (55,4%) eran de Burgos y otros 466 (44,6%) de las provincias del noreste de la Comunidad, para las que Burgos es referencia. El resto sigue asumiéndolas el hospital de Salamanca.

En estos siete meses se ha atendido en Burgos a una media de 149 personas al mes y, por lo tanto, a unos 37 a la semana. La actividad ha sido creciente a lo largo de este período, y a finales de octubre se había conseguido un ritmo de trabajo de entre 17 y 18 exploraciones diarias a entre 13 y 15 personas. Ahora, Medicina Nuclear ha organizado a la plantilla para que pueda dar atención tres tardes a la semana y aumentar en 30 pacientes el balance semanal (diez para cada tarde de trabajo). Es un incremento del 46% con respecto a lo que ya se había conseguido a finales de octubre, pero de más del 15% si se compara con la media del período, al pasar de 37 pacientes vistos a la semana (de media) a casi el centenar. Y la previsión ha de ser de mayor crecimiento, porque la demanda de esta prueba es muy alta, sobre todo desde los servicios de Oncología Médica.

La instalación de este equipo se completa en Burgos con la secuenciación masiva, que permite individualizar el tratamiento para algunos tumores.