La suspesión de la Operación Paso del Estrecho por el cierre de fronteras que ha establecido Marruecos con motivo de la alerta sanitaria impedirá a los cerca de 3 millones de marroquíes que viven en Europa regresar a su país por vacaciones por carretera. Esto supondrá un evidente descenso en el tráfico rodado por el corredor AP-1, N-I y A-1 a su paso por la provincia de Burgos, por la que tradicionalmente atraviesan cientos de miles de vehículos con destino a Algeciras y Tarifa para tomar el ferry que les lleve al Magreb. Hasta un 20 por ciento menos, según fuentes de la Dirección General de Tráfico. Un descenso nada baladí tratándose de un corredor que ya soporta en época estival una altísima densidad de tráfico, toda vez que es la principal vía terrestre de entrada a España. 

Con todo, desde la DGT no creen que esto vaya a suponer que no se registren retenciones en las operaciones salida y retorno de estos meses, pero sí confían en que la siniestralidad sea menor. No en vano, según fuentes de Tráfico, en un porcentaje importante de los accidentes que se registran en estas fechas están involucrados vehículos de magrebíes debido a que cubren larguísimas distancias sin descanso, lo que merma sus facultades y capacidad de reacción. Por desgracia, algunos de los más recientes siniestros mortales registrados en el corredor así lo avalan (en septiembre de 2017, cinco miembros de una misma familia de marroquíes perdieron la vida en un accidente en Pancorbo cuando regresaban de Marruecos; el conductor, único superviviente, admitió quedarse dormido al volante, hecho que provocó el impacto frontal del vehículo que conducía contra un camión. 

España, preparada. En el caso de que Marruecos reabra su frontera en las próximas semanas, España está preparada para garantizar que la operación sea un éxito, tal y como aseguró hace unos días el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.