La comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para explicar qué medidas había tomado su equipo se hizo esperar. El país revivía ecos de otras épocas y estuvo horas pendiente del televisor para saber qué implicaba en concreto el estado de alarma anunciado el pasado viernes y aprobado ayer tras la reunión del Consejo de Ministros. Entre tanto, esas mismas personas que esperaban noticias comentaban en las redes y grupos de Whatsapp su sensación de estar viviendo dentro de una película de terror. Esas apocalípticas en los que una grave amenaza se cierne sobre ellos. A esta sensación ayudaban los coches de las policías locales  que empezaban a recorrer los barrios llamando a la gente a regresar a sus domicilios para cumplir con las normas porque, tal y como alertaban, frenar el coronavirus es una responsabilidad de todos. 

Y es que el virus se ha convertido en el enemigo número uno y el trabajo colectivo debe centrarse en ponerle freno. Los datos, en  realidad, asustan en lugares como Madrid, el principal foco ahora mismo de Covid-19. Y es que, la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid confirmó ayer un total de 2.940 casos positivos de coronavirus en la región, de los que 133 fallecieron en distintos hospitales.

Así lo indicó la Consejería de Sanidad en un comunicado en el que recordaba, de nuevo, la necesidad de que los ciudadanos permanezcan en sus domicilios.

«Vuelvan a sus domicilios por el bien de todos» - Foto: Manuel LorenzoLos profesionales de Atención Primaria ya están realizando seguimiento telefónico domiciliario activo a 3.618 ciudadanos que se encuentran en su domicilio con sospecha, se añadía en la nota.

La Consejería de Sanidad madrileña ha habilitado 11 laboratorios para confirmar o descartar casos, los de los hospitales La Paz, Gregorio Marañón, 12 de Octubre, Ramón y Cajal, Fundación Jiménez Díaz, Puerta de Hierro, Príncipe de Asturias, Getafe, Fundación Alcorcón, La Princesa y Clínico San Carlos.

En ocasiones, las crisis sacan lo mejor de cada uno y un ejemplo fue el que ayer demostraron más de 500 taxistas de la capital, que se mostraron dispuestos a realizar traslados de personal sanitario de centros de salud que tengan que acudir a asistir a pacientes en domicilios. Así lo indicó el portavoz de la Federación Profesional del Taxi, José Miguel Fúnez, para detallar que con este volumen de profesionales del sector se garantiza la disponibilidad de «al menos dos profesionales por municipio» para acometer estas labores.

Otro de los focos se sitúa en Cataluña, donde varios municipios del entorno de Igualada llevan ya varios días confinados ante la virulencia de un brote.

En líneas generales en la región, dos mujeres perdieron la vida en a consecuencia de la enfermedad que provoca este patógeno, lo que eleva a ocho el número de víctimas mortales de la pandemia en esta comunidad autónoma, donde en un solo día se diagnosticaron 206 nuevos positivos que elevaron a un total de 715 infectados, según  el Departamento de Salud en un comunicado. Cabe destacar, de nuevo, que las dos mujeres fallecidas presentaban patologías previas.

En total, son ocho las víctimas mortales del coronavirus en la comunidad catalana desde que se declaró el brote.

 En un ámbito más amplio, España e Italia centraron ayer la atención mundial en medio de la crisis del coronavirus al convertirse en los dos Estados europeos con las medidas más drásticas aprobadas a nivel nacional para frenar la expansión de la pandemia, que ya ha dejado más de 140.000 casos de contagio en más de 140 países del mundo, la inmensa mayoría en China, y con un total global de más de 5.000 decesos y unos 65.000 recuperados.

El Gobierno de España, con 6.233 contagiados y 193 fallecidos, es lo que ha llevado a restringir el movimiento de personas por todo el país, excepto por motivos excepcionales, dentro del estado de alarma que se aprobó ayer y que estará vigente los próximos 15 días si bien, como alertó el presidente, habrá que esperar a comprobar cómo avanza el virus.