Fomento estudia peatonalizar la calle Martínez del Campo

J.M.
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Realizará un análisis preliminar del coste de la actuación y consultará con el área de Tráfico las afecciones de eliminar el tráfico rodado y de la pérdida de plazas de aparcamiento

La calle Eduardo Martínez del Campo, en el entorno del Palacio Arzobispal y la Facultad de Teología. - Foto: Luis López Araico

La peatonalización de la calle Martínez del Campo, la arteria principal de la llamada milla vaticana burgalesa (allí donde se encuentran edificios tan ilustres como el Palacio Arzobispal o la Facultad de Teología), siempre ha estado en el punto de mira de las diferentes corporaciones municipales. Ya el PP acudió a las elecciones de 2011 con la promesa de eliminar el tráfico rodado (de aquí y también de un nuevo tramo del paseo de la Audiencia) pero la crisis económica frustró esta inversión. No se volvió a saber nada de esta actuación olvidada hasta que el actual Gobierno de coalición del PSOE y Cs la ha incorporado a su agenda.

El alcalde, Daniel de la Rosa, ha dado instrucciones al concejal de Fomento, Daniel Garabito, para que se analice la posibilidad de peatonalizar Martínez del Campo y el edil socialista detalla que lo que se hará es un «estudio preliminar» para conocer el coste que tendría esta intervención y para saber también si es aconsejable desde el punto de vista del tráfico. La intervención supondría también la pérdida de varias decenas de plazas de aparcamiento lo que supone un pequeño hándicap para un entorno en el que existen muchos edificios sin estacionamientos subterráneos.

La actuación parece encajar dentro de la lógica de las actuaciones que arrancaron en el año 2007 y que sirvieron para peatonalizar el puente de Santa María y el inicio del paseo de la Audiencia. Después se añadiría la calle Asunción de Nuestra Señora (perpendicular a Martínez del Campo) para conectar con las reurbanizaciones que se realizaron también en Nuño Rasura y en la plaza del Rey San Fernando.

Cuando el Ejecutivo municipal habla de estudiar esta posibilidad quiere dejar claro que no hay una decisión tomada al respecto. La idea gusta, pero se quieren conocer los costes que podría tener la intervención.

Será tras ese primer análisis cuando se deberá de tomar la decisión de licitar, o no, un proyecto de ejecución y a partir de sacar a concurso la ejecución de las obras. Con a mitad de la legislatura ya consumida, el equipo de Gobierno debería de darse mucha prisa si quiere dejar lista la intervención este mandato o dejarla preparada para que sea a próxima Corporación la que a realice.

La intervención afectaría a un tramo de alrededor de 400 metros de longitud.