Aún queda mucho camino, por delante hasta alcanzar la paridad, pero el camino que han tomado las empresas burgalesas parece ser el correcto. Un estudio elaborado por el área de Sociología de la Universidad de Burgos, promovido por Cajaviva Caja Rural y FAE, asegura que el 35% de los puestos directivos de las compañías provinciales están ocupados por mujeres, un valor superior al de la media nacional, que se queda en el 34%, y también al promedio en el seno de la Unión Europea, donde es un porcentaje del 30%. El informe ahonda en el perfil tipo de las mujeres a cargo de las empresas o en puestos de responsabilidad.
De este modo, su edad suele rondan entre 40 y 50 años, y ocupan preferentemente cargos directivos en empresas de pequeño y mediano tamaño (pymes), ya que su presencia en consejos de administración de grandes compañías, con más de 250 trabajadores, es casi testimonial. Desde 2007 su presencia ha ido aumentando, pasando del 22% al 35% actual. Por estado civil, el 58% de las mujeres en puestos directivos están casadas frente al 71% de los hombres, mientras que el 69% de las que ostentan esos cargos tiene un nivel de formación superior por el 45% de los varones. «Estamos en un nicho de empleos de alta cualificación que esperemos que siga creciendo a lo largo de los próximos años», apuntó Ramón Sobremonte, director general de Cajaviva Caja Rural.
Por su parte desde FAE su presidente, Miguel Ángel Benavente, indicó que el sector donde más presencia de directivas o jefas hay es entre los servicios, especialmente comercio y hostelería. «No veo el techo de cristal.Hay que preguntarse por qué a la hora de la promoción interna no dan ese paso, quizás por razones personales y los hombres tengan menos ataduras».