Mamolar prohibirá pasar a camiones al arreglar la carretera

B.A.
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La Diputación también acometerá en breve la reparación de la travesía de este pueblo, muy deteriorada por el paso de vehículos largos y de gran tonelaje, que incluso han dañado casas y coches

El firme de la calzada se ha ido desprendiendo por el paso de los camiones, que también han destrozado el balcón de la vivienda a la derecha de la imagen. - Foto: F2estudio

Durante meses el alcalde de Mamolar, Isidro Bartolomé, y usuarios habituales de esta carretera que conduce hasta el pueblo, como Silverio Lacalle, han reclamado a la Diputación de Burgos en numerosas ocasiones el arreglo de esta vía, la BU-V-9216; la reparación de la travesía, machacada por el paso de los camiones; y la prohibición de que atraviesen por ella vehículos de gran longitud, que además de estropear el firme, dadas sus dimensiones y la dificultad de giro en una curva del pueblo, chocan contra casas, dañando elementos como balcones, e incluso contra coches. La administración provincial, que en numerosas ocasiones según Bartolomé y Lacalle había prometido actuar pero ese arreglo no llegaba, ha escuchado sus peticiones y próximamente dará respuesta a cada una de ellas, incluidas dentro del proyecto de conservación de carreteras de la zona sur.

La primera de las obras que se va a ejecutar es la del arreglo de los numerosos baches que hay a lo largo de los aproximadamente cinco kilómetros comprendidos entre Pinilla de los Barruecos y Mamolar. Un bacheado necesario que los operarios de la Diputación comenzarán a lo largo de la próxima semana. De esta manera, los usuarios de la carretera ya no tendrán que conducir mientras sortean los agujeros que se han ido formando en el firme, fundamentalmente por el hielo y el paso de vehículos pesados, que lo han ido deteriorando.

De una forma «más detenida», según señalan desde la Diputación, se va a actuar en la travesía del pueblo, donde la carretera presenta un estado aún peor, incluso con partes de la misma desprendidas. La obra se va a licitar en unos días, así que tras adjudicarse se ejecutará también próximamente. En este caso se van a limpiar y a retirar esos trozos que se han soltado de la calzada, se van a rellenar los baches de hormigón, se va a asfaltar y se va a repintar.

Siete carteles. Para que las mejoras a ejecutar no se deterioren rápido y aguanten en el tiempo es necesaria otra medida más, la de prohibir la circulación de camiones por ella, y en este caso se va a limitar el paso de vehículos de más de 10 metros de longitud, salvo los que estén autorizados. De esta forma se solucionan dos problemas: que su tránsito no estropee el firme y que tampoco dañen, como ha sucedido en numerosas ocasiones, algunas de las viviendas que se encuentran en esa curva cerrada que hay en la travesía y que obliga a los camiones a cogerla abierta, lo que les ha llevado a colisionar con ellas. La duda de algunos vecinos ahora es: «Una vez prohibido, ¿quién va a vigilar y multar a los camiones pasen?».

Para anunciar esta delimitación la Diputación ha adjudicado a la empresa de fabricación de señalización vial Lacroix la elaboración de la cartelería, que previsiblemente se instalará entre finales de agosto y primeros de septiembre. Se trata de siete señales, cinco de ellas de grandes dimensiones y dos más pequeñas, que se colocarán cercanas a la travesía del pueblo y en otras carreteras que entroncan con la llega hasta Mamolar, como la N-234 y la BU-925. La mayoría de camiones que pasan por esta carretera lo hacen para acceder a una fábrica de Doña Santos, a pesar que desde esta empresa señalan a los camioneros que la única forma de llegar a la planta es por la carretera que conduce a Huerta de Rey. Algunos la desoyen, y otros, que hacen el viaje de forma ocasional, desconocen esa orden y se dejan simplemente guiar por lo que marca el GPS, que indica por ahí.

Isidro Bartolomé se alegraba de que finalmente se vayan a acometer estas acciones, pero se muestra cauto hasta que realmente las vea realizadas. «A ver si realmente llegan las soluciones después de haber insistido tanto en su arreglo». Silverio Lacalle, que utiliza casi a diario esta carretera, se mostraba más crítico. «Es una buena noticia, pero la sensación es que si no insistimos no nos hubieran hecho caso, ya que antes de Semana Santa dijeron que iban a actuar en breve y fue así».

Lacalle también lamenta que los políticos se llenen la boca hablando de la España Vaciada, pero que realmente se olvidan de prestar los servicios para que los pueblos tengan unos mínimos, en este caso referidos a las comunicaciones. “¿Quién va a vivir aquí sino hay?”, se pregunta este hombre, que se muestra crítico con la labor de César Rico, al que asegura que ha escrito en numerosas ocasiones sin obtener ni una respuesta. El hombre también se queja de cómo está una parte de la carretera que lleva hasta Doña Santos, en concreto en la entrada del pueblo, donde hay un enorme socavón. «Lo han empezado a arreglar y lo han dejado por la mitad», concluye.