Después de meses de silencio, Julián Calero ha vuelto a hablar. El acuerdo con Salmerón y la tramitación de su ficha han acabado con una situación delicada y ahora el entrenador, que ya podrá sentarse en el banquillo en Mareo, quiere centrarse en lo deportivo para defender el liderato en la segunda vuelta. "Esoy aliviado porque era una situación desagradable, y yo era una víctima colateral. En lo deportivo era perjudicial para el equipo, era lo que más me preocupaba, que afectase al rendimiento. Estoy contento y satisfecho por poder hacer mi trabajo".

Calero admite que el riesgo de que afectase a la plantilla "era altísimo". "El vestuario ha respondido, es una plantilla extraordinaria. Han sido transigentes, querían sumar e ir hacia adelante. Sin su colaboración hubiese sido imposible". El técnico reconoce que la situación era "límite". "Había comunicado que no quería seguir así en la segunda vuelta".

También ha hablado de Juanma, con el que se ha reunido en los últimos días. "Es un jugador comprometido, está encantado en la ciudad y se siente muy querido. Quiero que se quede, es muy importante para nosotros. Se quedará hasta el final de temporada y espero que más. Otra cosa es que exista un acuerdo entre los clubes".

Calero espera que a partir de ahora "solo se hable de fútbol y evitar que los problemas no entren en el vestuario. Tenemos que remar todos en la misma dirección". Y precisamente en lo deportivo ha aclarado que Guillermo tiene una lesión importante que le mantendrá apartado del equipo varias semanas más. Será la única baja para el partido de mañana en Gijón.

Sobre el partido de este sábado en Mateo no se fía de un Sporting B que está último. "Podrá contar con todos sus jugadores y es una competición muy igualada. Tendremos que jugar al cien por cien si queremos ganar".