El pasado lunes se abrieron las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid, pero los deportistas de provincias no pudieron reanudar sus entrenamientos al permanecer cerrada la Residencia Blume. Esta semana que viene abrirá sus puertas y acogerá a los deportistas sénior y con opciones olímpicas. Álvaro Ibáñez, Pablo Acha y Miguel Núñez volverán a su entorno habitual a lo largo de estos días. Por contra, Marina Peña ha declinado invitación y el joven Sergio Fernández tendrá que esperar.
Durante tres meses han estado trabajando como han podido en sus casas. El confinamiento ha sido especialmente complicado para estos jóvenes acostumbrados a una intensa actividad física y una gran ajetreo de viajes. En breve, recuperarán «una cierta normalidad», afirma el tirador Álvaro Ibáñez. Habitual en las competiciones internacionales, Álvaro estará este mes de junio en el CAR y en la Blume y después se tomará vacaciones. «Hasta el primer trimestre del 2021 no habrá competiciones internacionales y dicen que las nacionales se disputarán todas entre septiembre y diciembre», explica.
Por su parte, Pablo Acha reanudará su preparación con vistas a conseguir el pasaporte para los Juegos Olímpicos de Tokio. El arquero se juega mucho y no va a desaprovechar ni un segundo. Ayer se realizó el test serológico y una vez obtenga el resultado se desplazará a Madrid. «Vamos a volver a una relativa normalidad y eso es muy bueno, pues en octubre ya volveremos a competir», declara. Durante estas semanas ha estado en San Amaro.
La atleta especializada en marcha Marina Peña también ha recibido la llamada de la Federación Española de Atletismo pero rechaza desplazarse a Madrid. En Burgos tiene todas las opciones para seguir con sus estudios universitarios y para entrenar. Aprovecha los kilómetros de la Vía Verde para entrenar y así seguirá, al menos, este verano. «No he ido ni a San Amaro; no lo necesito. Lo único que echo en falta es un gimnasio y confío en que se abran pronto», afirma.
Por último y un poco más complicado lo tiene Sergio Fernández. El haltera, que pertenece a la categoría sub-17, tendrá que esperar a que el aforo de la Residencia Blume sea más elevado. De momento, solo permiten el 30% y confía en que regresar en septiembre. De momento, tampoco tiene competiciones a la vista y no le preocupa en exceso ahora que entrena en un recinto privado.