El universo del colegio Las Encinas ha hecho de Élite una de las series que más han seducido a la audiencia, una historia en la que el vestuario, según explica la directora de estilismo, Cristina Rodríguez, «sin prejuicios y envuelto en papel de celofán», juega un rol especial y se convierte en un trampolín de marcas emergentes hechas en España. «En las series y el cine estamos acostumbrados a que la historia predomine sobre la estética, pero con la estética también contamos historias, y esto es algo que a la gente de ahora le interesa muchísimo», explica Rodríguez sobre el vestuario de la producción, tan aclamado como la propia trama.

Para la reconocida estilista, la definición que más se acerca a retratar el vestuario de Élite es «envuelto en papel de celofán». Un producto que debuta en España al presentar un vestuario que atesora tanta importancia como la trama, algo «poco habitual».

Además, explica que ahora «se manejan códigos que en España no se han hecho antes», algo que compara a nivel estético con Sexo en Nueva York. «Una de las cosas más interesantes de la veterana ficción es su envoltorio porque la distingue. La estética llega a ser tan importante como la trama, y eso a veces es difícil de asumir», señala.

Para realizar el vestuario de la ficción asegura no haber tenido «complejos ni prejuicios» a la hora de configurar la estética de los personajes de esta clase social. «Cuando tienes prejuicios no eres buen creador», apostilla insistiendo en evolucionar hasta otro tipo de códigos en los que la estética cobre protagonismo sin pasar inadvertida.

«Los espectadores viven en el mundo de las redes sociales, donde todo es mucho más aspiracional» señala sobre los ostentosos estilismos, posicionando Élite como una ficción «que muestra lo que nos hubiera gustado ser o hacer».

De los mismos creadores que Al salir de clase, Élite comparte esta misma trama del día a día en un instituto, pero se diferencia precisamente en ese componente aspiracional: «Mientras que una era naturalista, ésta es el anhelo».

Mezcla de firmas

Fastuosos y minuciosos estilismos presentan prendas de grandes marcas de lujo como Yves Saint Laurent que conviven con firmas emergentes españolas como Rubén Galarreta, Mnlo Shop, 404 Studio o Lovely Disgraze, muchas debutantes en el espacio destinado a jóvenes creadores de la semana de la moda de Madrid.

«Hemos hecho una búsqueda  por todo el mundo», apunta Rodríguez sobre el proceso de elaboración de prendas para el vestuario, del que también forman parte otras ya consolidadas como Pronovias, Pertegaz o Yolancris.

«Los creadores que empiezan tienen una explosión de creatividad y hacen locuras», apunta sobre estas firmas emergentes que, a diferencia de los asentados, «están en un momento en el que arriesgan frente a las ventas».

El secreto de los estilismos reside en un equilibrio que la creadora conforma a partir de diferentes prendas. «También usamos Inditex y prendas básicas de 30 euros que complementamos con accesorios de 500, envolviendo piezas que no son caras en lujo», relata.

A medida que la serie genera nuevas temporadas, también crece la popularidad por ésta y su vestuario, algo que no intimida a Rodríguez. «Estoy harta del menos es más», remarca sobre un trabajo que define como vocacional: «Las series son como hijos, si lo hacemos mal nos duele el corazón».