Cómo olvidar las molestias causadas por las contracturas

Europa Press
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Son muchas las personas que se quejan de dolor por culpa de una contractura muscular. Es más, están siendo bastante frecuentes en esta época, en la que pasamos tanto tiempo teletrabajando, sin quizá el mobiliario de nuestra oficina, que suele ser más indicado que el de nuestra propia casa para ello.

Pero, ¿cómo se forman? El doctor J. González-Granda Villalobos, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario del Sureste (Arganda, Madrid) explica  que la función del tejido muscular es la contracción para permitir el movimiento articular y mantener la postura. «Cuando esta contracción se perpetúa en el tiempo, llega a hacerse dolorosa, entrando en un círculo vicioso de dolor, que genera más contractura en un intento del organismo de evitar el movimiento de ese sector», señala.

Según subraya el traumatólogo, el síntoma más frecuente de contractura muscular es el dolor y cuando el grupo muscular es accesible a la palpación, la presencia de un cordón duro correspondiente al grupo muscular tensionado.

Una vez desencadenadas, hay que investigar el origen para intentar tratarlas.  «Es necesario establecer, sobre todo en la fase aguda, un tratamiento sintomático encaminado a disminuir en dolor (analgésicos y/o medios físicos) que está en la génesis del mantenimiento de los síntomas, así como el empleo de relajantes musculares para limitar la contracción», agrega. Pasada esta fase, indica que un tratamiento rehabilitador que flexibilice los sectores implicados, corrija en lo posible las causas desencadenantes, y adiestre al paciente para prevenir episodios futuros es fundamental.