El acuerdo entre el PP y Ciudadanos en la Diputación de Burgos les sale mucho más caro a los contribuyentes que el gobierno monocolor. 170.500 euros más solo por los cargos políticos, sin contar asesores. Esa es la diferencia entre las retribuciones percibidas por la corporación en 2018 (741.638,72), cuando los populares ostentaban la mayoría absoluta, y las de 2020 (912.118,16), el primer ejercicio completo de bipartito tras las elecciones de 2019 y el pacto posterior.
Los 25 diputados que se sientan en el Salón de Plenos del Palacio Provincial (10 del Partido Popular, 3 de Ciudadanos, 11 del PSOE y 1 de Vox) percibieron el año pasado un total de 912.118,16 euros brutos, lo que arroja una media de casi 36.500 por representante público. Sin embargo, la diferencia en términos absolutos sobrepasa los 73.000 euros entre el político mejor remunerado, el presidente César Rico, que superó los 90.000 euros; y el que menos recibió, con 20.193. Rico es, además, en cargo electo de Castilla y León que más gana.
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