Una superheroína total

ALMUDENA SANZ
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El burgalés Goyo Rodríguez crea la campaña 'Leer protege la mente' del Ministerio de Cultura con la realización de una imagen para una mascarilla y tres breves anuncios que invitan a descubrir los poderes que esconde la lectura

Goyo Rodríguez firma ilustraciones, guion y ‘story board’ de los tres anuncios, en los que cuenta sendas historias. El primero presenta al libro como una luz que guía.

Se convierte en una luz que lleva a buen puerto, un faro al que acudir en medio de la tormenta; cala en el interior de cada uno como una semilla en una maceta y crece, y crece, y crece, sin limites físicos ni temporales ¡hasta que la imaginación quiera!; y se eleva en el cielo para mirar la realidad con altura y sorprenderse con todas sus posibilidades. La lectura se perfila como una superheroína. Sus poderes son ilimitados y a cada persona ayudan de una manera. El Ministerio de Cultura acaba de lanzar una campaña que reivindica sus bondades resumidas en una: Leer protege la mente. Una iniciativa que cuenta con el diseño del ilustrador burgalés Goyo Rodríguez. Todo empezó con una llamada en verano. Su primer encargo era una imagen para una mascarilla que conjugara el fomento de la lectura y los momentos actuales. Se le ocurrió un yelmo con forma de libro, un caballero presto a luchar. Gustó tanto que le propusieron tirar del hilo y realizar tres anuncios, de apenas 20 segundos, en los que ahonda en este placer que aún, según las estadísticas, muchos están por descubrir. 

«Cada spot cuenta una historia y para mí fue un reto porque era la primera vez que hacía uno», explica el ilustrador, que contó con Volumétrica para las animaciones. Estas tres micropelículas hay que verlas (están en las redes sociales). Contadas seducen de otra manera. Rodríguez las pone palabras. 

Número 1: Las corrientes nos arrastran de un lado a otro, nos perdemos entre las dificultades, sin saber qué dirección tomar, ¿y si existiese una luz que nos guiase a buen puerto?... «Ante toda la situación que vivimos a nivel social y mundial, me planteé que el libro puede ser una manera de sobrellevar estas penalidades e intentar superarlas. Aparece ese viaje entre las nubes, esa tormenta, esas olas que parecen insuperables, esas montañas, esos muros físicos y psicológicos con los que nos topamos en el día a día, y más este año, lleno de complicaciones. La lectura es una forma maravillosa de saltarlas». 

Número 2: Gotas caen regando nuestro mundo interior y en pocos segundos algo brota, crece, respira, se ramifica y fortalece, evoluciona y se desborda... «La lectura nos ayuda a crecer a todos los niveles. Cuanto más leemos, más capaces nos vemos de empatizar con otra gente, otros mundos y pensamientos». 

Número 3: Siempre hemos soñado con poder volar, poder ver las cosas desde otra perspectiva, subir a lo más alto y cambiar nuestro punto de vista... «La lectura nos ayuda a ponernos en el punto de vista de otra persona o ver las cosas desde fuera y valorarlas en su justa medida», anota Rodríguez, que aquí convierte al libro en un parapente, «algo, además, divertido y arriesgado». 

Para él ha sido un placer. Por la libertad que ha tenido para crear y porque la lectura es una de sus pasiones. «Vivo rodeado de libros. No tengo más porque no me caben más en casa. La lectura siempre ha sido parte fundamental de mi familia», desvela y confiesa que sus vivencias personales han sido aliadas para salir victorioso de este desafío.