La Dirección Provincial de Educación solo ha concedido una autorización de cambio de libros de texto para el próximo curso escolar a un centro burgalés, si bien reconoce haber recibido «varias consultas» al respecto de otras dotaciones a las que se finalmente se ha desaconsejado la renovación de material. El único que lo hará será el colegio Sagrados Corazones de Miranda, que modificará los ejemplares de primero y segundo de Primaria de Matemáticas, así como los de cuarto y quinto de Inglés.

La recomendación del departamento provincial responde a varios motivos, según fuentes del mismo. Por un lado, hacen referencia al momento de «incertidumbre» actual por la crisis sanitaria, tanto en lo que se refiere a su evolución como a los «reajustes metodológicos» que pueda llevar consigo. Y, por otro, aluden al «anuncio de tramitación» de la nueva ley educativa impulsada por la cartera ministerial que dirige Isabel Celaá.

El cambio de libros de texto se rige por una orden regional de 2016 que establece «con carácter general» que no podrán ser sustituidos por otros durante un periodo mínimo de cuatro cursos escolares, salvo situaciones excepcionales y debidamente justificadas. En este sentido, las mismas fuentes precisan que los directores de los centros son conocedores de que «cumplimos la normativa de forma exhaustiva y que de ninguna manera se cambia el manual porque cambia el profesor o viene un nuevo docente. Se trata de dar continuidad al proceso educativo».

De hecho, hace ahora un año tan solo se concedieron tres renovaciones excepcionales en el Diego Marín Aguilera, Comuneros de Castilla y Sagrada Familia de Miranda, que abarcaban un total de 22 volúmenes. En esta ocasión, se aprobaron todas las peticiones recibidas, algo que no ocurrió en anteriores ejercicios, tanto en el 2017-2018 como en el 2018-2019, cuando concedieron seis de ocho solicitudes y ocho de nueve, respectivamente.

Una vez gestionado este proceso y sin dejar de lado el material escolar para el próximo curso, que arrancará el 9 de septiembre, la Dirección Provincial de Educación ha reanudado la resolución del programa de gratuidad de libros Releo Plus, cuyo proceso de gestión ha estado paralizado por la pandemia. La declaración del estado de alarma se produjo justo un día antes de que se acabara el plazo de presentación de instancias, que en Burgos ascienden a 12.206. Se trata de 378 más que hace un año, lo que supone un incremento del 3%, porcentaje inferior al del pasado ejercicio, cuando se elevaron un 10% en comparación con el anterior.

La decisión de retomar el procedimiento fue anunciada el pasado martes por la Junta, estableciéndose nuevos plazos para realizar la petición de libros concretos, que se hará preferentemente de modo no presencial, a través de la página web del centro o del correo electrónico. Hasta el próximo viernes, 19 de junio, se podrá solicitar manuales para escolares de Primaria, y entre el lunes y el 26 de junio para los de Secundaria. Este último día es cuando acaba el periodo para la devolución de los ejemplares de este curso y serán los colegios e institutos los que informarán del modo de llevarlo a cabo en cumplimiento de las medidas sanitarias.

El aplazamiento de este programa mantenía en vilo a muchas familias, ya que no ha podido entregarse material disponible en los centros, según señala el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (Fampa), Francisco Sánchez, quien insiste en un cambio de modelo del mismo para que sea «universal». En este sentido, hace referencia a la posibilidad de que se beneficien de los bancos todos los alumnos que donan, con independencia de la renta familiar, y que sea el centro el que gestione la compra del material que falta en lugar de tenerlo que adelantar los padres. Respecto a la renovación de ejemplares para septiembre, cree importante que estos se mantengan, aunque haya concluido su periodo máximo de vigencia, debido a la situación excepcional que se vive este año por la pandemia.