Dos de cada 10 visados son para reformas y rehabilitaciones

C.M.
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El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos sella 605 proyectos para estos cometidos, 153 menos que el año anterior debido al parón por la pandemia. Se intervino en 215 viviendas

Numerosos bloques de pisos están instalando fachadas ventiladas como en San Juan de los Lagos. - Foto: Luis López Araico

El sector de la construcción no solo subsiste a base de la obra nueva sino también de las reformas, la rehabilitación y la restauración de edificios. La implantación de líneas ayuda por parte de la Junta de Castilla y León y el Instituto para la Diversificación y el Desarrollo de la Energía (IDAE) está siendo determinantes para que muchas comunidades de propietarios se animen a dar el paso.

Los datos de los visados de encargo profesional de proyecto, dirección, seguridad y salud y de certificados fin de obra que ofrece el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Burgos (Coaatbu) así lo ponen de manifiesto al sellar en 2020 dos de cada diez intervenciones de este tipo. De los 2.795 visados expedidos, 605 fueron para ese cometido, lo que supone más de un 21,65% del total.

La cifra es inferior a la de 2019, año en el que se registraron 758, aunque porcentualmente no difiere mucho al haberse registrado 3.551 visados, 756 menos, y representar el 21,35%. De las 952 viviendas en la que se intervino el año pasado, en 215 fue para reformas, rehabilitación o restauración, un 22,58% lo que supone un crecimiento porcentual de casi 6 puntos más respecto al año anterior.

Lo cierto es que estas actividades suponen el 38,22% del presupuesto de ejecución material de las actuaciones visadas el año pasado, lo que se traduce en un incremento respecto a años anteriores (35,15% en 2017, 34,22% en 2018 y 37,62% en 2019). «Marzo y abril del año pasado fueron meses complicados. Sin embargo, a partir de mayo hubo un repunte, dado que la gente tenía ganas de hacer cosas en sus viviendas y luego también a final de año, especialmente de reformas. Se ha notado en la vivienda habitual pero también en segundas viviendas en pueblos para hacerlas más cómodas y pasar en ellas más tiempo», señaló Roberto del Amo, secretario técnico del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, quien también auguró unos buenos datos para 2021 al considerar que la crisis actual es diferente a la de 2008. 

Las principales actuaciones que se llevan a cabo son la eliminación de barreras arquitectónicas para eliminar el ascensor a cota cero, la instalación de fachadas envolventes para mejorar la eficiencia energéticas, el cambio de cubiertas o el arreglo de locales o naves. 

Los edificios van perdiendo prestaciones con el tiempo. El mantenimiento periódico alarga su vida útil pero, si este no se realiza correctamente, es necesario rehabilitarlos para alcanzar nuevamente las exigencias que sus propietarios y/o usuarios demandan y conseguir, además, una reducción de su factura energética que puede llegar al 90%. «La inversión en rehabilitación se traduce, por tanto, en beneficios económicos, ecológicos y sociales. Cualquier rehabilitación que se haga en materia energética va a generar un gran retorno para los propietarios», señalan desde el Coaatbu.

Calculadora energética. El Colegio ha puesto en marcha una calculadora energética para comprobar cuánto se ahorraría con la intervención. De este modo, el gasto energético de una vivienda de 90 metros cuadrados en Burgos con calificación E es de unos 2.400 euros al año mientras que si pasa a tener calificación A, una marca que en la actualidad solo tienen el 37,5% de los edificios de Burgos construidos a partir de 2018 y el 1,1% de los antiguos. «Burgos está en una de las zonas más extremas de España y tenemos una gran demanda de calefacción. Si aislamos bien las viviendas reduciremos la demanda de calor y, además, si colocamos una instalación eficiente lograremos menos consumo y deberá tener menos tamaño».

Según explicó, el ciclo se cerraría con «la aportación de energía al sistema» como es el caso de los paneles solares. «El objetivo es llegar a tener un edificio con un consumo casi nulo gracias a los aislamientos potentes y a la recuperación de calor mediante ventilación a través de sistemas mecánicos en los que el aire viene por tuberías. El aire que entra intercambia el calor con el aire que sale y no se pierde energía».

En este sentido, recordó que la importancia de este tipo de ventilaciones que hacen que haya menos polvo en la casas y la ventilación está más regulada que cuando se abren las ventanas. «Se pueden regular las concentraciones de CO2, algo que estamos viendo ahora la importancia».

Desde Colegio aseguran que la rehabilitación genera empleo y, además, más especializado que el habitual del sector de las construcción al requerir especialistas en la instalación de elementos aislantes y de otras medidas para mejorar la eficiencia, así como una renovación  generacional y la modenización de las empresas.