Las tormentas que se registraron ayer, acompañadas de granizo, han golpeado fuertemente el viñedo de la Ribera del Duero, especialmente en los municipios de Peñaranda de Duero, La Vid, Guma, Moradillo de Roa, Fuentenebro, Fuentelcésped, Vadocondes, Santa Cruz de la Salceda o Pardilla, causando importantes pérdidas.

"El daño ha sido tremendo", advierten desde la Unión de Campesinos de Burgos (UCCL), al tiempo que subrayan que el granizo ha afectado al viñedo dejándolo sin los primeros brotes que estaban naciendo, por lo que, previsiblemente, la producción de este año será nula, sin posible recuperación. "Los nuevos brotes que salgan no serán productivos y es muy probable que al próximo año las secuelas continúen provocando una bajada en la producción del viñedo", agregan en un comunicado.

El viñedo, que ya se vio afectado por la borrasca Filomena en enero y las heladas posteriores, ahora con el granizo va a quedar "muy tocado" tanto en producción como en calidad, como recalcan desde la UCCL. Aunque aseguran que aún es pronto para hacer una estimación total de los daños causados por el granizo, estiman que el 70% del viñedo de estos pueblos se encuentra afectado y donde ha caído el pedrisco, el daño asciende al 100% de pérdida. No obstante, temen que el perjuicio sea mayor si las previsiones se confirman y las tormentas continúan durante toda la semana en la provincia de Burgos.

Ante estas circunstancias, la Unión de Campesinos de Burgos reclama que la zona sea declarada zona catastrófica. A los cuantiosos daños de los últimos años en el viñedo por las heladas y los pedriscos, suman el importante aumento de fauna silvestre, sobre todo corzos, que, a falta de tallos tiernos, aprovechan los brotes de las viñas para alimentarse hasta que los girasoles empiecen a salir. Así las cosas, también solicitan que se haga un "control inmediato" de corzos y se aumenten los precintos de caza de esta especie "antes de que sea demasiado tarde".