Imagínense que madrugan mucho hoy, o quizá mañana. Imagínense que cargan las maletas en su coche, en el autobús o el tren. Imaginen que llegan a un destino de su elección, veraniego y paradisiaco, por tierra, mar o aire. Imagínense que allí les espera un apartamento fetén, un bungaló genial o una villa de ensueño, como la de Cindy Marbella.
Allí no tienen que cocinar, no tienen que limpiar, no tienen que hacer nada que no sea rascarse la barriga y ponerse en remojo. Imaginen excursiones, viajes mil, aventuras varias, en tierra firme y en el mar. Imaginen que tiene a su disposición un pequeño yate, y que hacen esquí acuático hasta el atardecer. Imaginen que están tirados en la playa en una tumbona, poniéndose morenos, pero morenos bien, no de esas veces que se queman, o que se va al ducharse como si fuera roña. Moreno de revista, moreno en plan todos a su alrededor parece que estén mareados. Imagínense que están en un crucero y les trae una piña colada un camarero tipo Isaac, el de Vacaciones En El Mar.
Imaginen ir de fiesta a los locales más exclusivos, montados en alguno de los coches más llamativos y no sólo les dejan entrar, sino que, además, les cuelan por delante de una cola enorme de gente con menos suerte y glamour que ustedes. Imagínense en la pista de baile, dándolo todo en una fiesta digna de un videoclip de reguetón, como si fueran los mejores bailarines del mundo, mientras sujetan una copa de champán. Deléitense con la imagen de fuegos artificiales vistos desde el balcón más preeminente de una hacienda en mitad de una playa cerca de un arrecife en el que, cada día, pueden practicar submarinismo y ver los peces de colores más huidizos de entre toda la fauna marina como si fueran Jacques Cousteau recién desembarcado del Calypso. Imagínense que tienen una romántica cena en un restaurante de cinco, seis o siete estrellas Michelin. Visualícense en la cima del mundo del veraneo, siendo los reyes del chiringuito, los marqueses de la heladería, los ayatolás del rock’n’roll.
Piénsenlo, imagínenselo. O, si pueden, háganlo. Vívanlo, aunque sean tiempos extraños, y difíciles. Disfruten de este agosto, disfruten de este verano, por ustedes y por todos sus compañeros. 
                     @VladimirConV