Cuatro son los ejes sobre los que va a pivotar la transformación de la economía que va a generar la llegada de los fondos europeos de reconstrucción –Next Generation EU–: transición ecológica, transformación digital, cohesión social y territorial, e igualdad. El primero de ellos pretende provocar una auténtica revolución en muchos de los modelos productivos que hoy incorporan las empresas de nuestra región, grandes y pequeñas, y que van a tener que adaptarse para afrontar un futuro en el que la sostenibilidad y la eficiencia energética no solo son una necesidad, sino que se pueden convertir en auténticas palancas para la recuperación económica.

El Grupo Promecal y BBVA organizaron una mesa de redacción para abordar la transición energética desde la perspectiva de la oportunidad que supone aprovechar los fondos de recuperación para acometer inversiones en la mejora de la eficiencia energética de las empresas, inversiones que acabarán siendo necesarias antes o después.

Silvia Nuevo, directora comercial en la consultora especializada Ateinsa, considera que «es una oportunidad muy importante que hay que aprovechar» con ayudas por concurrencia simple, es decir, que «se adjudican por orden de entrada», y que pueden suponer entre el 20 y el 30% de la inversión.

Eficiencia energética: palanca de recuperación - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Un concepto, el de la inversión, que se puso en valor durante la mesa porque es lo que supone dar el paso hacia una mejora de la eficiencia energética en las empresas. Para ella «es el momento del cambio para las empresas, si no, corren el riesgo de quedarse atrás».

Opinión que comparte Ana Bocanegra, jefa de Proyectos de FBocanegra Máquinas Especiales, que se dedican al diseño y fabricación de maquinaria y proyectos industriales a los que introducen el gen de la sostenibilidad. Una filosofía que se basa en «no derrochar». «No ser eficientes cuesta mucho dinero», afirma.

No es casualidad que estén inmersos, desde hace 40 años, en la mejora de este aspecto en sus instalaciones y procesos. De hecho, con motivo de su traslado al polígono de Villafría en Burgos, estudian cómo aprovechar todos los espacios de fachada y tejado para que la energía solar fotovoltaica abastezca sus instalaciones y hasta «volcar a la red el exceso de energía producida». «Incluso nos planteamos cambiar nuestro horario de trabajo para ir en función del sol» afirma, convencida de que «la eficiencia empieza con pequeños gestos».

Una iniciativa aplaudida desde la administración regional de mano del jefe de Ahorro y Eficiencia Energética del Ente regional de la Energía de la Junta de Castilla y León, Roberto Getino, que asegura que «no podemos permitirnos el despilfarro de energía».

«Se abre una ventana de oportunidad» para la que puso a toda la Junta al servicio de las empresas, grandes y pequeñas, para informar de las distintas ayudas y facilitar los trámites necesarios para acceder a ellas. «A veces a las administraciones se nos ve como a un enemigo, pero les aseguro que van a encontrar a un aliado, y allí donde podamos ayudar lo haremos», ahondó Getino. No en vano, sabe que las condiciones para acceder a las mismas no son fáciles. «Hay trabas, pero son necesarias» reconoció, al tiempo que instó a «perder el miedo a los papeles, hay que presentarse». «Animo a todos a que planifiquen y aborden un proyecto global de sostenibilidad», remachó.

Financiación y acompañamiento

Sin embargo, todos coincidieron en que el momento es ahora y que no se puede dejar pasar esta oportunidad. «Hemos pasado de ver la sostenibilidad como una moda a verla como una necesidad. Hemos dado ese paso importante de cambio de mentalidad» asegura Rosa Bouzas, directora de Pymes de la Territorial Noroeste de BBVA. En este sentido, considera que «es importante que las empresas sepan dónde están y a dónde quieren ir, por eso es necesario acompañarse de profesionales» que les guíen desde el primer momento.

En este escenario de ayudas europeas, «en BBVA hemos desarrollado productos que se adaptan a estos plazos y necesidades de financiación». Así, Bouzas señala que «es fundamental que den el paso porque las empresas que no apuesten por la sostenibilidad van a perder competitividad».

El reto no es de futuro, es actual. Y la transformación no será fácil, pero es necesaria, hoy o mañana. Y los fondos europeos pueden ser la llave para abrir esa puerta a la recuperación y la sostenibilidad.