Ha costado, pero el primera línea argentino Julián Souto ya se encuentra finalmente en España. También en la capital ribereña. Y es que, como ha reconocido a DB, «lo planeado inicialmente era otra cosa», pero «con toda esta situación de pandemia que estamos viviendo», los plazos de su incorporación se han ido atrasando sucesivamente de forma inapelable. «Primero aquí en España con el papeleo» manifiesta, «y luego después cuando lo mandaron a Argentina y tuve que pasar por por el Consulado a firmarlo».
Sin embargo, todas estas trabas no han hecho mella en la ilusión del internacional albiceleste por regresar al que fuera su equipo hace dos temporadas. Un punto éste que, como ha manifestado a las pocas horas de su aterrizaje -lo hacía en la jornada del domingo en Barajas-, espera con ahínco ya que, «después de tanto tiempo», asume, «tenía unas ganas enormes por empezar a entrenar».
Tanto es así, que el jugador, y sin apenas descanso aún en su cuerpo nada más pisar nuevamente Aranda, ya fue capaz de acercarse hasta los céntricos Jardines de Don Diego el mismo día de su llegada para recibir a sus compañeros en el regreso de éstos tras su expedición a tierras guipuzcoanas.
No pudo evitarlo. Tampoco sentir ciertos «nervios» por volver a empezar, como ha destacado en un discurso en el que ha reconocido estar todavía adaptándose al huso horario español, pero en el que «ni las sensaciones obvias de cansancio», ni esos mencionados «nervios», van a poder frenar su motivación.
Más aún cuando el argentino acumula más de un año lejos de las pistas. Una situación agravada por la pandemia en cuanto a entrenamientos, pero que, como ha valorado sincero, «aunque no ha sido nada fácil», todo ha sido más llevadero «desde que salió todo esto». Y es que, desde que apareció el coronavirus, «uno ha empezado más a replantearse un poco las cosas en la vida y a fijarse más en la salud, la familia y los amigos», expone.
Pese a todo, Souto no ha dejado de destacar que la exigencia que tiene puesta ahora en a su reincorporación es alta. Y lo hace porque, para él, jugar en Asobal siempre ha sido una de sus prioridades. «Siempre quise hacerlo», añade, «pero hasta el momento no se había dado la oportunidad».
DEBUT. En relación precisamente a eso, Souto es consciente que, aunque con grandes expectativas, ahora debe estar «tranquilo» y «trabajar con dedicación» para adaptarse a la sistemática del equipo. «Las cosas», como apunta«no se pueden hacer de un día para otro», y es por eso que, tras un año de inactividad -también de falta de ritmo debido a ello-, su aportación al proyecto deberá ir realizándose de forma paulatina.
Tampoco en ese aspecto, por complicado que pudiera parecer de asumir, ve excesivo problema el jugador argentino. Así, señala, «prácticamente conozco a toda la plantilla», por lo que dicho escenario le ayudará, sin lugar a dudas, a integrarse más rápido en la dinámica que pretende Alberto Suárez. Eso y la necesidad de efectivos. Algo que podría llevarle a debutar mañana ante Puente Genil si su técnico lo estima oportuno, y ante lo que finaliza, «trataré de aportar donde se me necesite».