Juan Ángel Gozalo

Plaza Mayor

Juan Ángel Gozalo


Humanismo en vena

16/05/2021

La pandemia ha trastocado nuestras vidas y está siendo además disculpa para comportamientos y actitudes insolidarias de una sociedad cada día más egoísta e individualista, más crispada… Pero solo con mirar un poquito más allá, a la gente, hay razones para la esperanza y el optimismo. La donación de sangre, uno de los actos más altruistas, no se ha frenado.

El compromiso de miles de miembros de la Hermandad de Donantes de Burgos sigue siendo firme y continuado, pero aún no suficiente. Sigue habiendo necesidad de compartir glóbulos de vida. Estamos en una provincia y en una comunidad que son punteras en este humanismo en vena, pero el Centro de Hemoterapia y Hemodonaciones de Castilla y León ha hecho un llamamiento público reclamando 250 donantes del tipo A+ y casi otros tantos del 0+ porque los niveles están bajos en ambos grupos.

No valen disculpas, excusas para donar un poquito de sangre. Tampoco hay que tener condiciones excepcionales, únicamente la conciencia de que es necesaria para alguien y también para nosotros mismos. No olviden de que nueve de cada diez personas la necesitaremos en algún momento de nuestra vida. Ese casi medio litro que se extrae -apenas el 10% del que tenemos en nuestro cuerpo- salva nada menos que tres vidas. No se deberían necesitar más razones para convencer a alguien, pero las hay. Solo hay que acercarse al hospital Divino Valles, donde trabaja un magnífico y competente equipo de profesionales sanitarios y responsables de la Hermandad. 

Lamentablemente la donación de sangre en el mundo no es suficiente para satisfacer las necesidades y solo algunos países llegan a cubrir sus requerimientos de productos de sanguíneos. Por ello es necesario más que nunca, también en estos tiempos coronavíricos, que todos demos un paso adelante y acudamos a donar esa sangre que la ciencia no ha conseguido ‘fabricar’ a pesar de los avances biotecnológicos. No esperen a llamamientos, emergencias o tragedias…, puede ser tarde porque la sangre debe ser sometida a pruebas y procesos que llevan su tiempo antes de ser utilizada en cualquier transfusión. Anticipación, bendita palabra…

Den el paso, presten su vena durante poco más de media hora. No se arrepentirán. Es una experiencia gratificadora y gratificante para la salud del espíritu y del cuerpo. No hay que olvidar, que además de ofrecer información sobre el estado de salud, la donación de sangre equilibra los niveles de hierro en el organismo. La extracción, palabra de galeno, mejora el flujo sanguíneo y, por último, aumenta la esperanza de vida. Aunque solo sea por ello ya merece la pena.