Conservar el patrimonio ligado al mundo del vino es una cuestión de todos. Con esta premisa, desde el Ayuntamiento de Castrillo de la Vega animan a sus vecinos a colaborar con el estudio integral sobre sus bodegas subterráneas que comenzará la semana del 17 de enero. 

La alcaldesa de la localidad ribereña, Florence Amar, recuerda que resulta imprescindible que los dueños de las bodegas abran sus puertas a los arquitectos encargados de analizar esta red de galerías, concentradas en lo que los castrillenses conocen como la cuesta de las bodegas. En caso de que se encuentren fuera de Castrillo del 17 al 21 de enero, en el Ayuntamiento se ofrecen a recoger las llaves. 

Este verano, el Consistorio mantuvo una reunión con alrededor de 70 vecinos y propietarios, a los que explicaron las propuestas. Desde entonces hasta ahora, sólo dos personas se han puesto en contacto con ellos. "Ahora es cuando les necesitamos para seguir adelante", sostiene Amar, mientras subraya que, en caso contrario, el trabajo resultaría "muy parcial" y no podría servir de base para la restauración de las bodegas. 

La alcaldesa reitera que necesitan entrar para llevar a cabo el mapeo y los planos en 3D. Por una parte, el arquitecto ribereño Alfredo Sanz efectuará un estudio integral de esta red, similar a los que ya ha realizado en municipios como Fuentespina, Vadocondes, Gumiel de Mercado o Sotillo de la Ribera. Y, por otra, se realizará un escaneado en tres dimensiones, a cargo de la empresa Precisa HDS. Ambos contratos supondrán unos 25.000 euros para las arcas municipales. 

De ahí el llamamiento a la participación. Una vez que esté listo el estudio, se procederá a elaborar una ordenanza en la que se establecerán una serie de actuaciones prioritarias para evitar que este patrimonio "tan valioso" para Castrillo de la Vega se pierda.