La Audiencia Provincial acogerá el 24 de enero de 2022 el juicio contra Y.G.A., un hombre de 46 años nacido en Colombia pero nacionalizado español por un delito de abusos sexuales a una menor de 16 años y otro de tenencia de pornografía infantil. La Fiscalía pide una pena de 6 años de prisión, más 8 de alejamiento a menos de 300 metros de la menor y libertad vigilada por los abusos de los que se le acusan, y un año de cárcel por poseer material gráfico de menores en conductas sexuales explícitas; además de la obligación de participar en programas de educación sexual y que se le inhabilite durante, al menos, 8 años para cualquier profesión con contacto directo con menores.

Los hechos los denunció en julio de 2019 la madre de la menor, después de que la niña le contase lo que había sufrido hasta tres años antes. La menor llegó a Aranda de Duero en el verano de 2014. Su madre tenía que dejarla muchas tardes con su tía por motivos laborales, momento que aprovechaba el acusado, pareja de la tía de la menor, para "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales sobre la menor, quien entonces sólo tenía 7 años, se las arreglaba para llevarla a solas a un cuarto de la casa o bien, aislarla de sus primas, y le metía la mano por debajo de la ropa interior tocándole los pechos y la zona vaginal".

Una situación que se repitió "al menos en más de 15 ocasiones entre junio o julio de 2014 y 2016", según la Fiscalía, destacando un par de episodios de abusos sexuales: uno en la Navidad de 2014 mientras la menor montaba el belén "la agarró por un brazo, y tras girarla de espaldas a sus primos, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, le introdujo la mano bajo la ropa interior tocándole los pechos y la vagina", y en el verano de 2016, en una excursión a la playa donostiarra de La Concha, el acusado "aprovechaba que las olas impulsaban a la menor hacia atrás para meterle la mano por debajo del bikini y tocarle los senos y la vagina".

En el registro del domicilio del acusado, que lleva en prisión provisional desde agosto de 2019, se encontraron imágenes de la menor "en bikini mientras se bañaba en la piscina" y otros archivos pedófilos tanto en su ordenador como en su teléfono móvil, donde también se hallaron búsquedas "de jurisprudencia sobre las penas de los delitos contra la libertad sexual".

La menor sufre estrés postraumático y la Fiscalía solicita una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados.