"No seré un problema. Si hay que dar un paso atrás, lo haré"

J.M.
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Javier Lacalle se echa a un lado. Mañueco sacrifica a sus candidatos a la Alcaldía de la ciudad y a la Diputación para conservar el Gobierno de la Junta y las instituciones burgalesas. El PP y Vox se reúnen para avanzar en un posible acuerdo con Cs

"No seré un problema. Si hay que dar un paso atrás, lo haré" - Foto: ENRIQUE.TRUCHUELO

«Lo que ellos quieran». Las declaraciones realizadas la semana pasada por el candidato del PP a la Junta de Castilla y León,  Alfonso Pérez Mañueco, tras su primer encuentro en las negociaciones con Cs sobre el futuro del Ejecutivo autonómico parecen premonitorias. Ayer, el líder regional de los populares aceptó también la condición que le puso su homólogo en la formación naranja, Francisco Igea, de que no puedan aspirar a repetir mandato quienes acumulan 8 años en el cargo. Lo que en Burgos se traduce en que Javier Lacalle ya no tendrá ninguna opción de ser el alcalde de la ciudad y en que César Rico no presidirá la Diputación. A partir de ahí, con esa incógnita ya despejada, el PP fía sus esperanzas a gobernar con otros candidatos y a que no les impongan nuevos requisitos imposibles de consentir.

El aún aspirante a la Alcaldía de Burgos, Javier Lacalle, expresó que «durante toda la semana vamos a seguir trabajando para conformar un gobierno de centro-derecha en la ciudad que pueda liderar yo como candidato más votado» aunque al mismo tiempo aceptó la situación y añadió que «no voy a ser ningún problema» y «si hay que dar un paso atrás lo daría».

Lacalle comentó que las palabras de Mañueco no le habían pillado por sorpresa ya que «durante todo el fin de semana» han estado «meditando y analizando» las exigencias de Igea para dar una respuesta al líder regional de Cs. Lo que no aclaró es si se mantendrá como corporativo y si abandonará el Ayuntamiento.

La imposición de esta condición «sine qua non» y la advertencia de Igea de comenzar a dialogar con el PSOE de Luis Tudanca si el PP no aceptaba esta premisa fue, seguramente, lo que precipitó que Mañueco compareciera ante los medios. El ultimátum de Cs y el riesgo al inicio de una negociación con los socialistas, no permitía a los populares guardarse en la manga ningún as. Tampoco el de la aceptación del órdago.

Con Lacalle descartado, la primera opción del PP para el Ayuntamiento sería Carolina Blasco. Eso, salvo que los populares opten por la improbable posibilidad de que Rico, número 2 de la lista, sea el que se postule a la Alcaldía. En el caso de la Diputación todo apunta a que Borja Suárez sería la alternativa.

¿Qué piensa Cs sobre el gesto de Mañueco? La formación naranja pidió «prudencia» antes de dar una respuesta ya que la comparecencia del líder del PP «admite interpretaciones» ya que se cuestiona, entre otras cosas, si afectaría al presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, que tiene mayoría absoluta; o al de Valladolid, Jesús Julio Carnero, que podría pactar con Vox.

El secretario de Acción Institucional de Cs, Lorenzo Rodríguez, fue escueto pero reafirmó que ellos desde Burgos confirman que ni Lacalle ni Rico pueden continuar al frente del Ayuntamiento y de la Diputación.

De momento, en la formación naranja siguen atentos a lo que ocurre desde Valladolid mientras la primera reunión formal de todo este proceso de negociación la mantendrán hoy el PP y Vox, actor también indispensable para un acuerdo a tres bandas con Cs. Está asegurada la presencia de Lacalle y Blasco por parte de los populares (es significativa la presencia de la concejala) y de Ángel Martín y Fernando Martínez-Acitores por la formación de Abascal.

El candidato de Cs, Vicente Marañón, rehusó hacer cualquier declaración mientras que el aspirante del PSOE a la Alcaldía, Daniel de la Rosa, afirmó que «confía en el buen criterio que ha tenido hasta ahora Igea» al defender que no se fía del PP.