Coches eléctricos para salvar rutas deficitarias

MARTA G. CUÉLLAR
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Autocares Crespo, de Salas de los Infantes, realiza el servicio de transporte a la demanda y dos líneas escolares por la Sierra de la Demanda. Tiene una flota de 7 vehículos y, tras una inversión en placas solares, también sus propios cargadores

Coches eléctricos para salvar rutas deficitarias

Mientras la despoblación acecha a los pueblos, las rutas por las carreteras -con encanto para algún que otro turista- se convierten en una lacra que dificulta aún más las comunicaciones entre esas pequeñas localidades que en muchos casos se encuentran en lo alto de las montañas y escondidas tras carreteras de difícil acceso. La población, en su mayoría envejecida, no dispone de vehículos para poder hacer la compra o ir al médico, y los más pequeños, quizás un niño o dos por pueblo, no tienen un transporte escolar para ir a otro pueblo a la escuela. Estás líneas de transporte podrían quedar olvidadas, ya que la Junta las denomina ‘líneas deficitarias’ por el alto coste que suponen y el escaso beneficio que se obtiene al ofrecer un servicio, de carácter público, a un grupo tan reducido de población.

Ante esta situación, Pedro Luis Pérez, gerente de la empresa Autocares Crespo desde 2005, decidió reinventarse en su negocio y reinvertir en sus vehículos. En 2013 compró su primer coche eléctrico, «fui a Burgos a probar el coche eléctrico, más que nada por curiosidad. Me gustó mucho y le vi una salida importante para el negocio, así que compré uno y después hemos ido renovando toda la flota», manifiesta Pérez. Con la utilización de estos vehículos eléctricos, señala Pérez, «las líneas deficitarias dejan de serlo para nuestra empresa y los vecinos de los pueblos más pequeños no quedarán abandonados».

Actualmente, la empresa cuenta con una flota de siete vehículos de estas características: cien por cien  eléctricos. No precisan de revisiones mecánicas ni tienen un gran desgaste de piezas, lo que disminuye el coste de mantenimiento para el empresario y, por ende, para los vecinos, afirma Pérez.

Desde Autocares Crespo acercan casi a diario a los vecinos de la Demanda hasta Burgos sobre todo para ir a consultas médicas o de compras y también cubren dos rutas escolares de los pueblos más pequeños, cuyas carreteras suelen estar cubiertas de nieve en invierno, y, además, forma parte del servicio de asistencia en carretera.

El mayor inconveniente de estos vehículos, indica Pérez, es la escasa autonomía que tienen, que les impide realizar grandes trayectos, y los pocos puestos de recarga de los que disponen las ciudades. Sin embargo ninguno de estos inconvenientes se ha convertido en un obstáculo insalvable para Pérez. La topografía propia de esta zona montañosa juega un papel importante, ya que las elevadas pendientes permiten recargar los vehículos cuando estos descienden. Por otro lado, tras la inversión en unas placas solares fotovoltaicas, la empresa salense ha instalado sus propios puntos de recarga.

más puntos en burgos. «Lo interesante es poder cargar en Burgos», indica Pérez, quien recuerda que «antes era muy complicado, porque no había cargadores. Pusieron uno en la Plaza Mayor, pero las plazas las ocupaban coches normales, y luego dos en el aparcamiento del Museo de la Evolución, y funcionan muy bien», asegura, a la vez que aplaude la iniciativa de Mercadona de instalar cargadores en los parkings de sus supermercados. «La ubicación de estos puntos de carga marca la actividad comercial en la zona cuando viajamos a Burgos», señala el responsable de  Autocares Crespo, quien echa de menos «un puesto en el Hospital, al ser un lugar público debería cubrir estas necesidades».