Solo en las tres residencias que la Diputación tiene en Burgos capital se han registrado, de enero a septiembre, un total de 9.347 días de bajas, según los datos que maneja el Sindicato Obrero Independiente (SOI), desde donde apuntan que esos días son el equivalente a unos 46 contratos anuales a jornada completa y responsabilizan a la institución provincial de no adoptar medidas para mejorar la salud de los trabajadores de los centros asistenciales, en especial auxiliares de enfermería y cuidadoras.
En concreto, apuntan desde este sindicato, en el centro asistencial de San Agustín, en los nueve primeros meses del año, se han contabilizado 2.279 días de baja, mientras que en la residencia de Asistidos de Fuentes Blancas Blancas la cifra se eleva a 4.093 días y la Residencia de Ancianos de Fuentes Blanca a 2.975 días. En total 9.347 días, lo que supone que, en teoría, para cubrir esas bajas se tendrían que contratar a 46 trabajadores a jornada completa durante un año, lo que sin duda supone un desembolso importante, difícil de cuantificar cuando se elaboran los presupuestos, para las arcas de la institución provincial.
«Las residencias de Oña y de Miranda de Ebro tienen aún unos datos de siniestralidad más graves y acentuados que los centros de la capital, todo por falta de medidas preventivas que el SOI viene denunciando desde hace años ante la pasividad de los responsable políticos», apunta desde este sindicato, a la vez que aseguran que «este desastre de gestión de la salud de los empleados tiene un único responsable que es el diputado del área de Personal», en referencia al vicepresidente Lorenzo Rodríguez.
Otro dato significativo, que se abordará en la Comisión de Recursos Humanos convocada para hoy, será el de los accidentes de trabajo registrado en el pasado meses de octubre y que, según lo datos facilitados por el SOI, asciende a 16, es decir cada dos días se registró un accidente laboral en los centros de la institución provincial, aunque el noventa por ciento de los mismos se registraron en las residencias de mayores. De los 16 del mes pasado, 8 se produjeron en Oña.
Para el SOI, esta cifras de bajas y accidentes están relacionadas con «el aumento paulatino de los grados de dependencia de los residente», matizando que en la actualidad con solo el 10% de residentes de los cinco centros asistenciales están calificados como válidos, y el resto asistidos de grado I y II, «sin contar aquellos que ocupan plazas psicogeriátricas», indica.
Desde SOI denuncian que en 2013, la Sección de Higiene Industrial y Formación de la Junta, en relación con una campaña de prevención de trastornos musculo-esqueléticos en el ámbito laboral de las residencias de ancianos, «advirtió de los riesgos importantes que existían entre el personal de auxiliares de enfermería y cuidadoras al manipular enfermos o residentes, en las residencias de la Diputación».
Entre las recomendaciones, los técnicos de la Junta señalaban la necesidad de realizar modificaciones en factores como la organización del trabajo, configuración de los puestos, equipos de trabajo, requisitos impuestos por la tarea. «Indicaban que existía una alta probabilidad de que la salud de las trabajadoras pudiera verse dañada, tal como está sucediendo en estos años», afirman desde el SOI.
Tras apuntar que la media de edad de las trabajadoras de la institución es de 45 años, desde esta organización sindical afirman que «muchas de ellas se encuentran con limitaciones físicas sin que la Diputación ofrezca una salida laboral digna» y exigen un «debate claro y riguroso» sobre este asunto.