El Real Madrid rubricó su cuarta victoria consecutiva en la Euroliga, ante el Maccabi por 79-63, tras un primer cuarto en el que su fluidez ofensiva fue fundamental en el desarrollo del partido.
Una gran circulación de balón en ataque, con buen porcentaje de finalización desde el triple, y una vigilancia especial sobre la estrella del Maccabi, Scottie Wilbekin, fue la clave del gran primer cuarto del Real Madrid, que se vio reflejado en el marcador (29-18).
Alberto Abalde fue el primer encargado de rebajar las prestaciones de Wilbekin y lo consiguió, como más tarde hicieron Rudy Fernández y Sergio Llull en el segundo cuarto. El escolta estadounidense se fue al descanso con sólo 6 puntos en su haber.
Campazzo vuelve loco a Maccabi
- Foto: JUANJO MARTINGabriel Deck fue el gran beneficiado de la conexión con Facundo Campazzo y el mejor anotador del Madrid en los primeros minutos.
Por parte macabea, Ante Zizic fue aprovechando las ayudas defensivas de Walter Tavares para ir anotando puntos y evitar que su equipo se descolgara más en el marcador, ya que su 1 de 12 en triples no ayudó nada.
El 45-32 con el que se llegó al descanso dio incluso la sensación de cierta facilidad para un Real Madrid que tampoco tuvo que emplearse a fondo en defensa.
Campazzo vuelve loco a Maccabi
- Foto: JUANJO MARTINWilbekin salió concienciado de que debía volver a su versión más anotadora para dar opciones al Maccabi y en los primeros 70 segundos anotó dos triples (48-38).
La mejora de la defensa del equipo israelí, los 8 puntos de Wilbekin, en los primeros 4.30 minutos del tercer cuarto, y la menor facilidad madridista para hacer puntos metieron al Maccabi en el partido (50-43).
El Real Madrid reaccionó de inmediato apretando en defensa, lo que le permitió volver a superar la decena de puntos de ventaja, 58-45 (m.27.30). Y cerrar el tercer acto con un 62-50 prometedor.
En el cuarto de la verdad, el Real Madrid volvió a salir parco en puntos, pero el Maccabi no lo hizo mejor en ese apartado (m.32; 64-52).
El equipo de Pablo Laso volvió a demostrar su experiencia a la hora de gestionar diferencias positivas en los minutos importantes, con lo que fue cerrando poco a poco las mínimas opciones que pudiera tener el Maccabi.
Un triple lejano de Rudy a falta de tres minutos y medio cerró definitivamente el partido (75-56), ante un Maccabi que acabó bajando los brazos hasta el 79-63 final.