El notable deterioro de la flota de vehículos de la Policía Local obligó hace cuatro años al Ayuntamiento de Burgos, entonces gobernado por el Partido Popular, a concretar un plan de choque para la renovación del parque. El Pleno acordó entonces adquirir cinco vehículos cada ejercicio durante un lustro, si bien en el primero de ellos se incorporaron, además, otros siete de renting cuyo contrato expirará en 2022. Mientras el cuerpo se adapta a los nuevos coches chinos que llegaron hace unas semanas a la base de la avenida Cantabria, el Consistorio termina de cerrar los flecos para el contrato del próximo lote, que tendrá un turismo menos de lo planteado porque la idea es que, en esta ocasión, todos sean ecológicos.

La Policía Local mandó a Contratación las especificaciones en función de las necesidades. El documento varía muy poco cada año, de manera que, en base al presupuesto, se configura para solicitar el número exacto de vehículos:cuatro turismos y un todoterreno, una furgoneta, etc. Sin embargo, tuvieron que rehacer el pliego de condiciones para que los nuevos coches sean eléctricos e híbridos de gas. 

Al ser un lote de coches más costoso, se han visto obligados a reducir el número de vehículos a adquirir y, en vez de cinco, habrá cuatro para hacer frente a la adquisición con el mismo presupuesto. Cabe recordar que el compromiso plenario era invertir cada año cerca de 150.000 euros. Falta por definir también cuántos serán de gas y cuantos eléctricos. 

El Ayuntamiento de Burgos comenzó a renovar la flota de vehículos del cuerpo municipal de policía a finales de 2017, tras el acuerdo alcanzado unos meses antes en el pleno. En un primer momento se adquirieron cinco coches y se incorporaron al parque otros siete de renting. Fue un primer plan de choque para resolver la precaria situación de algunos turismos, que superaban los 300.000 kilómetros. 

Los cinco vehículos que se han ido adquiriendo cada año han variado en función de las necesidades. Por ejemplo, en 2019 se compraron tres coches y una furgoneta de atestados. Hace tres semanas llegaron cuatro turismos modelo SUV (que son un poco más grandes) y un todoterreno para el área administrativa. Este último lote ha dado que hablar, porque la marca DFSK, de origen china, no es muy común en España.

Hubo una primera oferta que se quedó desierta al no presentarse ninguna empresa porque el precio de los vehículos de la compañía que solía suministrarlos subió. La segunda convocatoria se la adjudicó el Grupo Julian hace aproximadamente un año con estos coches chinos. Dos de ellos poseen kits de detenidos y otros dos no.  

La idea de que el siguiente lote lo compongan vehículos ecológicos entra dentro del plan de renovación sostenible que está llevando a cabo el Ayuntamiento desde hace años. Cabe recordar que en 2017 adquirió una furgoneta eléctrica para el área de movilidad y que también compraron un autobús urbano híbrido.