El Programa Estatal de I+D+i orientado a los Retos de la Sociedad ha seleccionado quince proyectos de la Universidad de Burgos dentro de las ayudas que concede en el marco del Plan de Investigación Científica y Técnica y de Innovación en el periodo que comprende de 2017 a 2020. Se trata de casi de la mitad de los trabajados presentados a esta convocatoria por la institución académica, lo que supone una elevada tasa de éxito, según fuentes de la misma, y una financiación global que alcanza 1.559.900 euros.
Los estudios objeto de este apoyo económico pertenecen a distintas facultades, siendo la de Ciencias la que lidera el listado de investigaciones y el montante económico a percibir, que asciende en su conjunto a 861.520 euros. Le sigue la Politécnica, con tres y 136.609 euros; Ciencias de la Salud, con dos y 116.281; los mismo que Educación (77.924), y Económicas y Humanidades, con uno cada una por valor de 27.757 euros en el primer caso y 39.809 en el segundo.
Las aportaciones se dividen en tres anualidades que comenzarán a percibirse este año y culminarán en 2023. Además tres de ellos recibirán una financiación extra de 100.000 euros para formación de personal investigador, una de las cuales tiene especial relevancia al concederse solo 64, ir dirigida a jóvenes científicos y recibir cada año propuestas de 4.000 aspirantes.
En lo que se refiere a la temática, en la Escuela Politécnica, tanto en el campus de la Milanera como del Vena, el profesor Juan Manuel Manso realizará un estudio a escala real de hormigones sostenibles, mientras que su compañero Luis Millán, de Organización Industrial, continuará su línea de trabajo sobre la teoría de juegos evolutiva. Por su parte, César García Osorio se centrará en el aprendizaje automático para la industria 4.0.
En la Facultad de Ciencias, los proyectos seleccionados están dirigidos por los investigadores Álvaro Colina, José Miguel Pérez, Roberto Sanz, Óscar Benito, María Asunción Alonso y Roberto Quesada. En este caso, los ámbitos de estudio van desde la aplicación de nuevos materiales para localizar trazas químicas en cantidades mínimas, al diseño de polímeros (plásticos) para la detección de virus en la industria alimentaria y de compuestos químicos de interés vitivinícola, el desarrollo de mecanismos para la transformación de nitrocumpuestos o el análisis de propiedades del transporte de distintas sustancias a través de membranas celulares.
En el campo de Ciencias de la Salud, ha sido financiada la propuesta de la profesora Silvia Ubillos sobre las evidencias transculturales para la prevención de la violencia de género, así como la de asistentes de voz e inteligencia artificial de Consuelo Sainz. La Facultad de Educación cuenta con dos proyectos. Uno de ellos está liderado por Jesús Meneses en el ámbito de la enseñanza STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en su acrónimo en inglés) y otro por Ileana Greca Dufrac sobre la formación ciudadana.Finalmente, Juan Bautista Delgado, de Económicas, está al frente de un trabajo sobre la resiliencia de los emprendedores y las empresas familiares durante la pandemia y María Luisa Lobato, de Humanidades, abordará los ámbitos literarios de sociabilidad en el Siglo de Oro.
El mejor resultado. La UBU ha obtenido en esta convocatoria el mejor resultado de su historia, tal y como subraya el vicerrector de Investigación, José Miguel García. Destaca que la tasa de éxito se encuentra por encima de la media nacional, situada en torno al 40%, y atribuye parte de este rendimiento a los programas de formación de la institución para preparar a los profesores a presentar sus proyectos a las distintas líneas de ayudas: «Es algo que se ha notado porque no solo es importante la parte científica, sino también cómo explicarla para que tenga buena evaluación».