Ecologistas denuncia que «toda» CyL respira aire contaminado

SPC
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El colectivo asegura que todo el territorio sufrió en 2018 a unos niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la OMS

Emisiones de CO2 de una fábrica de la Comunidad - Foto: Alberto Rodrigo

Los 2,4 millones de habitantes de Castilla y León respiraron aire contaminado durante 2018 pese a la inestabilidad atmosférica, lo que supone que la práctica totalidad de la Comunidad estuvo expuesta a un aire perjudicial que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una alerta lanzada ayer desde el Informe anual de calidad del aire de Ecologistas en Acción (EA), que concluye que la situación de la Comunidad no es mucho que peor que la del conjunto de España, ya que el informe concluye que el 97 por ciento de la población y el 92 por ciento del territorio estuvieron expuestos a unos niveles de contaminación que superan las niveles aconsejado. «Pese a las abundantes lluvias del pasado año, el cambio climático y el repunte en la quema de combustibles fósiles mantienen un problema que afecta a la salud de la ciudadanía, pero también a los cultivos, bosques y espacios naturales», aseguran.

Los conservaciones también resaltan la sentencia de octubre del pasado año del TSJ que declaró la obligación de la Junta de elaborar y aprobar los preceptivos planes de mejora de la calidad del aire para las zonas Salamanca, Duero Norte, Duero Sur, Montaña Sur, Valle del Tiétar y Alberche y Sur y Este de Castilla y León, por superar los valores objetivo para la protección de la salud y para la protección de la vegetación.

En este sentido, apuntan que el ozono troposférico es el contaminante que presenta una mayor extensión y afección a la población, con unos niveles que se mantienen estacionarios o incluso al alza. Esta situación está provocada por el incremento de las temperaturas. «Durante 2018, por el prolongado calor estival, toda la población de la Comunidad estuvo expuesta a concentraciones de ozono peligrosas para la salud humana y vegetal, especialmente en las zonas rurales», se asegura en el informe.

 Por otro lado, la superficie expuesta a niveles de contaminación que exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales alcanzó los 19.000 kilómetros cuadrados, la quinta parte del territorio regional. 

Térmicas y ciudades

Las partículas (PM10 y PM25) y el dióxido de azufre en el aire también afectaron a un tercio de la población, repartida entre las aglomeraciones de León y Valladolid y el entorno de las térmicas del norte de León y Palencia, aunque dentro de los límites legales. No obstante, advirtieron que siguen siendo una seria amenaza para la salud, a pesar de que el año pasado se recuperó la tendencia a la baja de estas partículas.