Un patrono ejemplar para Burgos

NOELIA MARISCAL (ICAL)
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La ciudad celebra el domingo 26 de enero la Festividad de San Lesmes Abad en homenaje a su patrón, que este año otorgará el Báculo de Oro a la Asociación ELACyL

El presidente de la Federación de Peñas de San Lesmes, Roberto Balbás (i.). - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAL)

Dice el refranero español que uno no es de donde nace, sino de donde pace, una afirmación que bien puede referirse al patrón de Burgos, San Lesmes Abad, quien siendo natural del pequeño pueblo francés de Loudun, desarrolló en tierras burgalesas gran parte de su vida y obra. Tanto es así, que cada año, los ciudadanos burgaleses marcan en el calendario el último domingo de enero para conmemorar y honrar la memoria de su patrón, que en esta ocasión tendrá lugar el próximo día 26.

Se trata de una festividad a través de la cual se busca homenajear la figura de este santo, que en vida supo ganarse el cariño de los burgaleses y visitantes de la ciudad, gracias a su humildad y solidaridad.

De familia noble y rica, Lesmes pronto destacó por su virtud y piedad y a una edad muy temprana ingresó en la milicia, al servicio del rey de Francia en el ejército. La muerte de sus padres marcó un antes y un después en su vida, momento en el que decidió iniciar su camino hacia Dios. Se deshizo de todos sus bienes, y comenzó su camino para hacerse monje.

Su primera parada fue Roma, donde ingresó en el monasterio de 'Cassa Dei', a las órdenes del abad Roberto. Fue allí donde comenzó a destacar por sus acciones, llevando una vida de beneficencia y ayudando a los más necesitados. Su fama y sus numerosos milagros comenzaron a escucharse por todo el país, llegando a oídos de la mujer del rey Alfonso VI de Castilla, quien le solicitó en la Corte.

De esta forma, y tras ganarse el favor del rey, llega a Burgos, haciéndose cargo del Monasterio y Hospital de San Juan Evangelista. Allí supo ganarse el cariño de los burgaleses y burgalesas de la época, ofreciéndoles su ayuda en todo momento. Su muerte conmocionó al pueblo burgalés, que pronto decidió nombrarlo patrono de la ciudad y declararlo Santo.

Las fiestas del patrón

Desde entonces, a finales de enero, la ciudad homenajea a San Lesmes con una serie de actividades en su honor, que tuvieron su inicio el pasado viernes 17 de enero, y que se extenderán hasta el domingo 9 de febrero, momento en el cual se entrega el Báculo de Oro, un reconocimiento que cada año otorga la Federación de Peñas y Asociaciones de San Lesmes a una persona, asociación o entidad, poniendo en valor la labor que realiza.

Tal y como recuerda el presidente de la Federación de Peñas de San Lesmes, Roberto Balbás, “ha costado”, pero cada vez “se valoran más” estas fiestas en honor al patrono. “Hace 35 años apenas se celebraba nada”, afirma, y fue a raíz de que las asociaciones de peñas se pusieron manos a la obra que han logrado que esta Festividad alcance la popularidad actual. “Mucha gente de Burgos incluso no sabía que San Lesmes era el patrón”, reconoció Balbás, un hecho que les sorprendió mucho en su momento, y por el cual decidieron que era importante divulgar su nombre y sus acciones.

Con el paso de los años se ha conseguido cambiar esto, y hoy en día el Santo es recordado y celebrado en la ciudad. Una de sus acciones más conocidas era repartir pan entre los enfermos, los peregrinos y los más necesitados. Una costumbre que a día de hoy han tomado los burgaleses como suya, y cada año, durante la celebración de San Lesmes abad, ofrecen en la eucaristía estos panes en su honor, para que sean bendecidos por el arzobispo. Posteriormente, según manda la tradición, este pan bendito se guarda en casa.

Hoy en día, la hermandad Adelmus se encarga también de vender estos panecillos en la Plaza de San Juan, con el objetivo de obtener ingresos para sus actividades. Por ello, en este día son también comunes las largas colas, sin importar el frío, que soportan los burgaleses para comprar estos panecillos de San Lesmes.

Un reconocimiento al esfuerzo

Este año, el Báculo de Oro recaerá en la Asociación de Afectados por la Esclerosis Lateral Amiotrófica de Castilla y León (ELACyL), que será recogido por la mujer del fallecido Jesús Gómez, quien fue el presidente y fundador de esta asociación, y que falleció el pasado mes de agosto tras luchar incansablemente contra esta enfermedad.

Desde la Asociación reciben este premio con una “gratitud mayúscula”, señalando que es el “sumun de los reconocimientos”. Al respecto, la vocal de la Junta Directiva de ELACyL, Carolina Movilla Alonso, afirma que se sienten “tremendamente orgullosos” de recibir este premio, y que para ellos es como que les den “las llaves de la ciudad”. Sin embargo, reconoce que también les “duele un poco” que su presidente Jesús Gómez no esté allí para poder verlo. “Él que tanto luchó por ser partícipe, que era un hombre de tierra de Burgos”, recuerda, “recoger ese premio es un orgullo y una tristeza que no sea él quien lo hace”.

Pese a ello, desde la Asociación tienen muy claro que tienen que seguir trabajando, con un objetivo claro “atender en lo máximo de lo posible” a aquellos que también sufren esta enfermedad, que puedan seguir con su vida y hacerlo “dignamente, con servicios, atención y uniendo sinergias entre asociaciones”. 

Unos valores que les inculcó Gómez, quien con su trabajo y esfuerzo logró dar visibilidad a esta enfermedad y convertirse en un referente. “Jesús no está y por él, por todo lo que ha conseguido tenemos que seguir adelante”, subraya Movilla, “este premio también es un compromiso de seguir luchando, por los que se fueron, los que están y los que vendrán”.