La Eurocopa de 2016 supuso el ‘Año 0’ de la nueva Francia, que utilizó el torneo que organizó para reordenar su fútbol tras una década plagada de escándalos.   Un adiós a las polémicas que se reafirmó en Rusia con la presencia en la final del Mundial donde ‘los bleus’ aspiran a conseguir su segunda estrella. La gloria podría haber sido mucho mayor si no fuera por todos los enredos en los que se vio envuelta entre 2006 y 2016. 

La travesía se inició el 9 de julio de 2006, cuando Zidane golpeó brutalmente con su cabeza al italiano Marco Materazzi en la final del Mundial y fue expulsado, dejando a su equipo con 10 hombres en la prórroga. El título acabaría en manos de la Azzurra, que ganó en los penaltis, pero el astro galo no se arrepintió nunca de su acción. 

En su siguiente gran torneo, la Eurocopa 2008, Francia se despidió en la fase de grupos sin una sola victoria. Y al Mundial 2010 se clasificó prácticamente de milagro. «La Main de Dieu», tituló en portada L’Equipe el 19 de noviembre de 2009, un día después de que el bloque galo se clasificara en una repesca ante Irlanda llena de controversia.  Thierry Henry controló la pelota con la mano izquierda para habilitar a William Gallas y que este marcase un gol definitivo en la prórroga.