Las autoescuelas ya carburan con la mirada puesta en verano

FERNÁN LABAJO
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Las academias de conducción retoman las clases con medidas de protección. Esperan recuperar lo perdido estos 3 meses

En los coches solo puede ir un solo alumno y el profesor. - Foto: Valdivielso

Para una persona que está aprendiendo a conducir, tres meses sin ponerse al volante supone volver casi al punto de partida. Incluso para aquellos que contaban con decenas de kilómetros de prácticas, el frenazo por la crisis de la covid-19 ha generado que tengan que recuperar cierta pericia antes de enfrentarse a un examen. Las autoescuelas abrieron el lunes y en apenas cuatro días han dado la bienvenida tanto a los alumnos que se habían quedado a mitad del camino a mediados de marzo como a otros nuevos que, con el parón de las clases, se han adelantado al verano, una época destinada a este trámite. Como es lógico, nada es como antes, y las academias y profesores han tenido que acostumbrarse a esta nueva normalidad. El sector se muestra optimista de cara al futuro. 

Los centros de formación de conductores no solo han retomado la actividad con aquellos alumnos que dejaron a medias el proceso, ya fuera teórico o práctico, sino que también han comenzado a recibir solicitudes de nuevas matriculaciones. El director de CTC y nuevo presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, Ramón Gutiérrez, explica que aún es pronto para saber si este interés de personas que se acercan por primera vez es lo correspondiente a estos tres meses cerrados o si ya forma parte de la campaña de verano. Lo que sí asegura es que «se está dando clase con normalidad y con las medidas de seguridad y de limpieza recomendadas». 

Así, en el caso de las prácticas de conducir se ventilan y desinfectan los coches entre turno y turno, especialmente las partes que se hayan utilizado, como el volante, la palanca de cambios o los botones de intermitencia. Obviamente, atrás quedaron aquellos tiempos en los que en la misma clase había más de un alumno. Ahora, y en cumplimiento con los requisitos de prevención de contagios, solo pueden circular un profesor y el aspirante, ambos con mascarilla. 

«Aún estamos arrancando, pero supongo que en el plazo de diez o quince días estaremos en la normalidad propia de este tiempo. Estamos en una época propicia», apunta Gutiérrez. Y es que está previsto que los examinadores no cojan vacaciones este año. «Poco a poco recuperaremos el tono», señala para mostrar su optimismo de cara al futuro del sector. Y eso que las cosas han cambiado mucho en los últimos años y la incertidumbre por la pandemia también podría perjudicar al colectivo. 

Por un lado, hace tiempo que nacen menos personas en la provincia y que, por tanto, habrá menos clientes potenciales en los próximos años. Por otro, los hábitos, recuerda el presidente de las autoescuelas, han cambiado entre los jóvenes: «Antes estabas esperando a cumplir los 18 años para poder sacarte el carné de conducir. Hoy en día tienen menos prisa porque sus prioridades son otras. También hay que tener en cuenta que la movilidad ha cambiado mucho».

Antes de la llegada del coronavirus el mundo tendía hacia una movilidad sostenible, donde los vehículos de movilidad personal, como los patinetes o las bicicletas, jugaban un papel esencial. Al igual que el transporte urbano, que estaba recuperando importancia. Sin embargo, el miedo al contagio a buen seguro implicará una drástica caída de usuarios de autobuses que podría beneficiar al coche particular y, en consecuencia, a las autoescuelas. 

Hay que tener en cuenta también que el transporte de mercancías tiene un déficit de profesionales importante desde hace años, algo de lo que han alertado tanto los empresarios como los propios profesores de autoescuela. Ramón Gutiérrez cree que esa demanda no solo se va a mantener en los próximos meses, sino que, incluso, podría incrementarse. Todo ello se verá, en cualquier caso, una vez se avance en la desescalada.