"Esta crisis afectará a todo, pero Atapuerca es imparable"

R.P.B.
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Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro son los codirectores de uno de los proyectos científicos más importantes del mundo. Los tres son conscientes de que Atapuerca es un yacimiento infinito

Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Llevan décadas formando un triunvirato único; acaso uno de los más longevos y fructíferos de la reciente historia de España. Son algo así como la Santísima Trinidad de la ciencia patria, e incluso universal, vinculada a la evolución humana a partir de un sueño común que se hizo realidad y que se proyecta al futuro con una fuerza imparable: Atapuerca. Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro son los codirectores de uno de los proyectos científicos más importantes del mundo. Han conseguido, contra pronóstico, contra viento y marea y trabajando con un esfuerzo titánico, que también este año marcado por la pandemia se haya podido desarrollar la campaña de excavaciones en la sierra burgalesa, algo que lleva produciéndose 42 de manera ininterrumpida. Un hito más en el haber de estos tres tipos tocados por la varita del éxito que son conscientes de que Atapuerca es un yacimiento infinito.

¿Cuál es el balance de esta campaña tan singular? ¿Cuáles son las sensaciones?

J.M.B.: Ha sido casi un milagro que hayamos podido hacer la campaña. Que la empezáramos y la hayamos acabado. La dificultad ha sido enorme. Eudald estuvo al pie del cañón tratando, durante los meses de abril y mayo, de que las infraestructuras a que obligaba la nueva situación se hicieran con el apoyo y el dinero de la Junta de Castilla y León. También tuvimos que discutir muchos sobre los objetivos, el número de personas... Hubo dudas, miedo... Mucha gente del equipo creyó que no se haría. Pero se ha hecho. Hemos tenido mucha suerte. No ha habido ningún problema.

J.L.A.: Hay que estar muy contentos con esta campaña porque está siendo un año desolador. Todo ha salido bien, se ha trabajado en todos los frentes y ha salido fenomenal. Podíamos haber hecho más, sí, pero bastante que hemos podido excavar gracias a que ha funcionado todo: la administración, la Fundación Atapuerca, el equipo científico, los medios... Ha funcionado el sistema en una situación crítica. Y eso no es fácil.

E.C.: Ha habido una cuestión importante esta campaña: se ha reducido a la mitad el número de lugares en los que se ha trabajado. Pero esto ha hecho que se reforzaran otros, además de que Juan Luis ha empezado la excavación en la Galería de las Estatuas. También el complejo que está fuera de la Trinchera tiene una alta calidad de registro, y ahí se han hecho sondeos. En Gran Dolina hay continuidad evolutiva porque ya hemos descubierto útiles de entre 500.000 y 600.000 años, y se ha hecho un gran trabajo en la Sima del Elefante, donde hemos quitado los bloques, tenemos registros de 1,3 millones de años e intentaremos buscar presencia humana para intentar confirmar que en Atapuerca hubo ocupación desde hace 1,5 millones de años.

Se acaricia ya esta posibilidad...

E.C.: Tenemos yacimientos fosilíferos muy importantes como Gran Dolina, donde en los próximos años habrá muy buenas noticias en este sentido.

J.L.A.: Una de las grandes novedades ha sido la excavación en la Galería de las Estatuas por fuera y que se unirá a resultados de hallazgos hechos dentro. El interior de Estatuas es una ocupación de neandertales que es única, porque no ha habido ningún proceso geológico que la haya alterado al estar completamente sellada. Eso es algo poco frecuente. Como si se hubieran ido ayer los neandertales. Es una cápsula del tiempo. En las boca, en los exteriores, sí ha habido modificaciones. Pero había que excavar por fuera para conocer las ocupaciones humanas en la zona más cercana a la entrada. Este es un proyecto a largo plazo, porque este es un tipo de galerías que, al estar en una ladera, van cambiando en el tiempo, se van desplazando. Hay como etapas, como fases. La de dentro es la que conocíamos. Nos falta saber las fases anteriores. Hemos llegado a los niveles arqueológicos más altos. Estamos en el de los neandertales. Tendremos que ver si es la misma cronología que la de los neandertales del interior o quizás sea un poco anterior. Hemos abierto el melón. Y el yacimiento tiene mucha potencia. Iremos avanzando, pero lo más difícil era empezar. También podría suceder que no encontremos nada... Pero creemos que puede haber niveles muy antiguos.

¿Se puede hablar de una campaña de transición?

J.L.A.: No, no. Es una campaña importante.

J.M.B.: El hecho de que haya sido una campaña más corta y haya venido menos gente no significa que no sea importante. Todo lo contrario. La gente que ha venido es veterana, con muchas excavaciones en sus espaldas y mucha experiencia. Desde el primer instante se pudo excavar gracias la gestión de Eudald y la Fundación. Esta veintena de días han sido muy productivos y, por tanto, en se han cumplido las expectativas que nos marcamos. En Gran Dolina había una especie de nudo gordiano, porque el año pasado apareció un suelo estalagmítico. Claro: no sabíamos qué podía haber debajo. La idea cuando empezamos era resolver ese problema, qué hacer, y nada más. Bueno, pues lo que hemos hecho ha sido excavar; y dejarlo preparado para que al año que viene sea llegar y besar el santo. En un par de años estaremos excavando en el nivel Antecessor. Este es uno de los ejemplos. En Sima del Elefante hemos quitado unos bloques enormes. Ha sido un trabajo poco productivo respecto a fósiles pero absolutamente imprescindible para poder excavar. Sólo ha habido transición ahí.

¿Y Cueva Fantasma, llamado a ser el yacimiento de estos años?

J.M.B.: Pues en Cueva Fantasma hemos avanzado muchísimo y cada vez conocemos más el yacimiento, aunque quizás nos quede un año más para saber más todavía y se pueda hacer la primera publicación científica de este yacimiento. Se ha avanzado una barbaridad. Hemos sido pocos, pero hemos sido muy eficaces. Toda la gente ha sido muy profesional. Lo que ha faltado en la parte de enseñanza, de escuela, que es siempre Atapuerca. Entre otras cosas porque no podían venir muchos jóvenes de fuera de España, como de Estados Unidos.

¿Se ha encontrado alguna pieza especialmente llamativa?

E.C.: A mí, como arqueólogo, me ha parecido interesante e inquietante el hallazgo, en el nivel de neandertales de Cueva Fantasma, ha salido una estalagmita que había sido arrancada y transportada a un nivel en el que es imposible que pudiera salir. Se ha encontrado en posición horizontal y presenta un plano en la superficie que -esto habrá que estudiarlo- hace que podamos pensar en un yunque. Eso, a nivel arqueológico, es muy interesante. También hemos encontrado industria neandertal. Atapuerca también nos está dando información muy interesante sobre las redes sociales que se produjeron entre esos grupos. Aquí tenemos todas las secuencias y por eso Atapuerca ofrece y ofrecerá información de lo más variada.

J.M.B.: Ya nos gustaría que en otros lugares hubiera tantas secuencias para poder comparar y contrastar todas las hipótesis que manejamos. Pero en Europa no hay. Atapuerca es la referencia.

Este proyecto científico no ha dejado de crecer. ¿Temen que la crisis derivada de la pandemia pueda afectar a corto o medio plazo?

J.L.A.: Pues seguro. Afectará en el futuro a Atapuerca, a la universidad, a este periódico... Nada va a volver a ser igual. Como en todas las crisis, sobrevivirán los barcos que floten mejor y que mejor tripulación tengan. Así que nos preparamos para la tormenta. Creemos que tenemos bases sólidas, un buen barco. Pero como docente, como investigador y como padres nos preparamos para superar esta tormenta. Pero todo se va a ver afectado. Todo. También el Museo de la Evolución Humana. Pero vamos a intentar minimizar daños. Tendremos menos dinero disponible, pero tampoco es la única variable. Hay más. Está el capital humano, los equipos... Esperemos que nos afecte lo menos posible. Tenemos preocupación, pero también que somos capaces de salir adelante.

E.C.: La que crisis que viene es muy gorda. Quizás aún no seamos muy conscientes de ello. Viene muy gorda a nivel global pero también en nuestro país, que se va a sumar a los problemas que ya tenemos de tipo social, económico, político, territorial... Se está poniendo en cuestión del modelo del 78. Pero nuestro proyecto, que mezcla lo académico con la investigación, el conocimiento y la socialización ha funcionado hasta ahora. Es un proyecto estructurado.

J.L.A.: Es cierto que se han suspendido ya congresos. Y que en la comunidad científica tenemos que estar preparados para lo que viene. Pero habrá que buscar otras fórmulas.

E.C.: Es que esta crisis se suma a la que ya padecimos hace unos años. Gracias a que estructuras como en las que estamos nosotros la financiación es importante y eso permite afrontar lo que venga con ciertas garantías. La clave del proyecto de Atapuerca es el arraigo de los equipos.

J.M.B.: Esta campaña ha funcionado precisamente por el arraigo de ese equipo. Pero si no podemos preparar a más gente para que pueda tener un día un puesto de trabajo, llegará el día en el que faltarán personas capacitadas para continuar la labor y seguir con los yacimientos. Ese es un problema grave. Muchos de los que nos han ayudado esta campaña tiene de 50 años para arriba; y ellos necesitarán un día gente de generaciones anteriores que pueda ayudarles a sustentar toda la estructura de este proyecto. Si no, será imposible. Con estas crisis la gente se forma menos; o se marcha al extranjero. Esto puede tener consecuencias en el futuro.

Llevan ya un par de años insinuando que el relevo está cerca... ¿Aguantarán a que pase esta tormenta?

E.C.: Nosotros vamos a seguir liderando este proyecto, y así lo hemos hablado los tres, hasta que Juan Luis, que es el más joven, cumpla 70 años. Es obvio que todo tiene un tiempo de caducidad. Pero somos vicepresidentes vitalicios de la Fundación Atapuerca, y eso quiere decir que seguiremos apoyando siempre este proyecto, que tendrán que dirigir otras personas. En un momento de crisis como el que vamos a vivir, van a caer muchas cosas. Pero lo más importante es que todo este flujo de energía se mantenga viva. Pero sin parar los procesos. Nosotros podemos mantener la visión estratégica.

J.L.A.: El Museo de la Evolución Humana es vital en el proyecto. Acaba de cumplir 10 años. Es fundamental para Burgos: para la imagen, para la identidad y para la economía. El MEH no está en Galicia, está en Burgos. Burgos tiene que agarrarse al MEH porque es uno de sus activos principales. Mucha gente no sabe de qué manera se asocia el MEH a Burgos fuera de Burgos. El MEH se nutre de Atapuerca, que es lo que le da sentido. Así que el MEH no puede parar. Y no sólo eso: la sociedad burgalesa debe saber que todo el complejo, todo el sistema -yacimientos, museo, Cenieh, universidad- son vitales, el mayor activo. No puede pararse. Atapuerca es imparable.

E.C.: A lo largo de todos estos años hemos hecho muchas entrevistas. Se puede consultar la hemeroteca y comprobar, y es muy bonito hacerlo, que todas las cosas que habíamos previsto y que nos marcamos como objetivo se han hecho. Esto es una garantía de que este proyecto ha madurado, está estructurado.

J.L.A.: Es que el MEH, por ejemplo, seguirá aquí dentro de un siglo. ¡Es tan importante! Burgos es la Catedral, el MEH y la industria. Pero Atapuerca da a Burgos la singularidad.

E.C.: Los yacimientos tienen, además, millones de metros cúbicos de sedimentos. Y en gran parte de estos hay registros de la evolución humana. Quedan muchos, muchos años de trabajo, investigación y hallazgos.

J.L.A.: Y el MEH es el escaparate y el depósito. Las excavaciones tienen mucha visibilidad ahora, estos días, pero durante el resto de meses del año está el museo. Y con nuestra aportación científica, que se traducirá en publicaciones en las principales revistas del mundo. Eso genera conocimiento.

¿Habrá publicaciones importantes este año?

J.L.A.: Seguro. Y muy importantes.

J.M.B.: Además de la que ya ha habido, pero se produjo el mismo día en el que hubo el número más altos de muertos por la covid-19 y la noticia quedó solapada por ello. Se publicó en Nature el hallazgo de proteínas en el homo antecessor, lo que significa directamente evidencia genética. La más antigua de la historia de la humanidad que hay en este momento.

¿Ha empezado a jugar la universidad el papel trascendental que ustedes le piden?

J.L.A.: No me gustaría hablar por boca del rector. Pero la universidad va a tener la totalidad del papel protagonista porque este proyecto es de Burgos y se queda en Burgos. No puedes imaginar el número de investigadores que han venido y se han quedado en Burgos. Nosotros mismos.

J.M.B.: No hay más qué mirar cómo estaba la UBU cuando empezó y cómo está ahora. El centro de este proyecto será Burgos sí o sí.