La FP se reivindica como solución a una economía en crisis

G. Arce
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La Formación Profesional recupera la presencialidad de los alumnos en las aulas, da por sorteados los problemas en las prácticas generados por la pandemia y se postula como "primera vía" para surtir de técnicos cualificados a las empresas

José Antonio Vaquerizo, presidente de la Asociación FPBurgos. - Foto: Jesús J. Matí­as

La crisis sanitaria nos aboca a un nuevo modelo productivo en el que la cualificación profesional del trabajador va a ganar cada vez más importancia en los próximos años. La hostelería, el comercio y la limpieza, que hasta ahora acaparaban 6 de cada 10 contratos firmados en la provincia, están en crisis (sobre todo los dos primeros) y en un proceso de reestructuración ante los cambios de hábitos sociales y de consumo provocados por la pandemia.

 

El testigo del crecimiento y la contratación, como ya se ha visto durante este año, está en manos ahora de la industria en todas sus variantes (pymes y grandes empresas generadoras del 31% del PIB provincial) y de la nueva economía del conocimiento, que demandan un perfil de profesional cualificado adaptado a sus necesidades productivas para seguir creciendo.

 

En este escenario de cambio de modelo productivo se reivindica la Formación Profesional, como "primera vía" y "oportunidad de futuro" para acceder a estos puestos de trabajo vacantes y de nueva creación. Para ello pone sobre la mesa sus resultados en los últimos años: 8 de cada 10 alumnos que salen de sus aulas y realizan prácticas en empresas acceden a un puesto de trabajo.

 

Así lo explica José Antonio Vaquerizo, el nuevo presidente de FPBurgos, asociación que reúne a ocho centros educativos concertados operativos en la provincia. En total son cerca de 3.000 alumnos en sus aulas, que cursan el 40% de los ciclos formativos ofertados.

 

EL COLECTIVO

 

FPBurgos tiene como objetivo el impulsar, potenciar y dignificar la Formación Profesional, "a la que se quiere denostar como una segunda alternativa [a la universidad] cuando es una primera opción para acceder al tejido empresarial burgalés".

 

La reivindicación se refuerza en un año "muy complejo" para el conjunto del sistema educativo y también para la FP. "Hay empresas que han paralizado y reducido su actividad, lo que ha repercutido en la realización de prácticas y proyectos de colaboración". Así, lo programado en los meses de confinamiento se ha trasladado a septiembre del curso actual o se ha compensado con trabajos alternativos.

 

"Tras lo ocurrido el pasado curso, que fue una auténtica supervivencia para llegar hasta junio, en el actual hemos recuperado la presencialidad del alumno con relativa normalidad en todos los centros, algo fundamental para que adquiera las competencias necesarias y manipule los equipos con los que va a trabajar en el futuro", detalla José Antonio Vaquerizo, que es director de FP en Santa María la Nueva y San José Artesano.

 

A día de hoy, puntualiza, están cubiertas todas las prácticas demandadas desde FPBurgos, aunque haya empresas con menor actividad. "Hemos tenido que acudir a más empresas para poder colocar a todos los alumnos, pero la cadena de colaboración no se ha roto".

 

La crisis sanitaria ha afectado especialmente a los alumnos que estaban en los segundos cursos, pues en marzo y una vez aprobados los módulos, les sorprendió el confinamiento en los hogares cuando deberían haber iniciado sus prácticas en empresas. Son 380 horas, aunque en FP dual van desde 660 horas a superar el millar o prolongar a lo largo de 3 años.

 

"Entre un 60% y un 70% de los que cursan segundo, acceden a prácticas en la primera convocatoria. Afortunadamente, disponemos de un gran plantel de empresas colaboradoras, sobre todo industriales y del sector servicios (instaladores, mantenimiento, hostelería, repostería y sanidad)".

 

CERCANÍA

 

Una vez sorteado lo más duro de la crisis sanitaria, el objetivo de FPBurgos es seguir colaborando con las empresas en proyectos de innovación "para certificarnos como centros de excelencia". "Necesitamos conocer sus preocupaciones, sus necesidades y sus tendencias porque nos tenemos que adaptar a los cambios tecnológicos que exige el mercado para que no haya un desfase con lo que enseñamos".

 

De la oferta educativa ofertada por los centros de FPBurgos destaca la alta demanda que están teniendo los ciclos vinculados con la sanidad (cuidados de enfermería, atención a dependientes, etc.), los de automatización y robótica industrial, mantenimiento electromecánico e informática. La demanda de estos estudios viene de lejos pero se ha visto incrementada por la situación actual y los cambios en el modelo productivo que se avecinan.

 

En este contexto, reflexiona Vaquerizo, se abren muchos campos de mejora en la FP dual. "En algunos comunidades ya se admiten los currículos diseñados por las propias empresas, destinados a cubrir sus propias necesidades". "Queremos, en beneficio recíproco, que la empresa participe más en la formación de los alumnos de FP aunque estamos contentos con la colaboración que estamos teniendo".

 

FPBurgos destaca el alto nivel de actividad industrial del entorno y el hecho de que sea la tercera provincia de España con mejor índice de empleo. "Creo que ofrece múltiples oportunidades de desarrollo aunque ahora padezca el mismo frenazo que vive el resto de España".