El restaurante Blanco y Negro de Oña ha logrado hacerse con la nueva distinción de la Guía Repsol: el Solete. Habitualmente, esta premia a los mejores locales del panorama nacional, pero a partir del mes pasado también ha optado por galardonar a otros que son referencia por la calidad de la comida, su encanto y el ambiente.

Un equipo de expertos en gastronomía ha recorrido España para seleccionar mil locales desenfadados y merecedores de tal distinción, que según los propietarios del restaurante senegalés, Arona Gassama y Samantha Pérez, les proporcionará «futuro a largo plazo y nos ayudará a consolidar clientela». El concepto de la cocina fusión de la comida tradicional senegalesa con los productos de proximidad de la provincia han cuajado a la perfección para lograr tal mérito.

La mayor pretensión del premio consiste en poner el foco sobre todos esos locales que se recomiendan «al tratarse de un acierto seguro» con el fin de distinguir a lugares desenfadados de los que los clientes abandonan con una gran satisfacción». El matrimonio, que abrió las puertas del  negocio en 2007, asegura que el reconocimiento también «ayudará a que un proyecto que se lleva desarrollando tanto tiempo quede asentado» y reconocen que sin el apoyo de los vecinos y sobre todo la familia «no hubiera podido salir adelante».

Actualmente, el africano continúa elaborando nuevos platos tanto con alimentos de su país como del territorio que constituyen una apetecible carta. El secreto, como en cualquier cocina, es buscar una materia prima de primer nivel, productos frescos y de proximidad y la tradición como pilar principal.