El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, ha afeado al Movimiento 5 Estrellas (M5S) que mantenga sus reticencias a romper el actual Gobierno y avanzar hacia nuevas elecciones pese a que ya le ha dado "lo que pide", en alusión a la aprobación de una reforma para reducir el número de parlamentarios. "No estamos en un mercado de pescado", ha advertido. 

El líder del M5S, Luigi di Maio, había reclamado antes de cualquier posible ruptura la aprobación de un plan para reducir en 345 el actual número de parlamentarios, de 945 a 600. Salvini aceptó ayer la invitación "si después se va inmediatamente a las urnas". 

El partido de Di Maio ha cuestionado ahora la compatibilidad entre esta ley y la inminencia de unas nuevas elecciones, en la medida en que implicaría retrasar a la próxima legislatura la aplicación de una reforma constitucional. Sin embargo, el líder de la Liga ha afirmado que no sería ningún problema para el presidente, Sergio Mattarella. 

"Sé que ya se ha hecho en el pasado, en temas relevantes", ha alegado Salvini en una entrevista a Il Corriere della Sera en la que defendido que le "tomó la palabra" a Di Maio para tenderle la mano con uno de sus principales caballo. Negarse, ha advertido, implicaría "sacar a la luz" un frente común entre el M5S y el opositor Partido Democrático (PD). 

En este sentido, ha acusado a sus detractores de jugar con los tiempos por fijar el debate del recorte de parlamentarios después del pleno en el que se analizará la continuidad del primer ministro, Giuseppe Conte. El Senado ha convocado para el 20 de agosto la comparecencia del jefe de Gobierno, a la espera aún de ver cuándo se votará la moción de censura lanzada por la Liga. 

Salvini se ha erigido en el contrapeso de una hipotética alianza del M5S y el PD e incluso ya ha comenzado a lanzar mensajes de sus futuras políticas de gobierno, que pasan en el terreno económico por una revisión del esquema fiscal aprobado este mismo año y por el ascenso de Giancarlo Giorgetti a ministro de Economía. 

Está por ver cuáles y de qué forma serían los apoyos de la Liga, después de que Forza Italia rechazase públicamente su incorporación a una lista única. Salvini ha abogado por pasar página a "etiquetas antiguas", si bien ha señalado que "nadie quiere incorporar a nadie" a ninguna lista. 

"Dialogamos con todos los que piensan como nosotros", ha agregado Salvini, que ha aprovechado también para desmentir su supuesto alejamiento del líder de Forza Italia, el exprimer ministro Silvio Berlusconi. Así, ha explicado que, si no le ha visto recientemente, es por el trabajo acumulado que le supone estar al frente del Ministerio del Interior. 

"Hay barcos de ONG con 500 personas a bordo, había dos niños de seis meses en dificultades a los que estábamos listos para recibir", ha alegado el líder de la Liga.