El Consejo de Dirección de la Facultad de Humanidades y Comunicación ha aprobado la puesta en marcha de un laboratorio de creación de videojuegos en las instalaciones del Hospital Militar. Ocupará parte la primera planta de uno de los tres edificios históricos del complejo y su entrada en funcionamiento se prevé para mediados de 2020, si bien se contemplan distintas fases de actuación para su consolidación que llegan hasta 2025. El proyecto cuenta con el «total respaldo» del Rectorado, además de que va en la línea del nuevo grado que en este campo ha solicitado la institución académica a la Junta.
Bajo la denominación de Centro de Innovación yTecnología en Videojuegos y Comunicación Audiovisual, la dotación aprovechará el carácter multidisciplinar del desarrollo de estos productos, que incluye desde el diseño gráfico, a la programación informática, la narrativa, la comunicación, la financiación y el márketing. Por ello, su objetivo no solo abarcará el proceso de creación como tal, sino que irá más allá.
Para ello, la instalación se distribuirá en cinco espacios, cuatro de los cuales serán salas de trabajo y uno de descanso o zona para realizar actividades comunes de formación. La primera estará dedicada a la investigación sobre el desarrollo de videojuegos y realidad virtual aplicados a campos específicos como el patrimonio, la industria, la educación o la sanidad, así como a la transferencia de ese conocimiento a las empresas. Es aquí donde tendrán su sede los integrantes de los grupos Caypat, que se ocupa sobre todo el primer campo; Admirable, expertos en minería de datos aplicados a la industria, y del equipo 3DUBU, que recrea entornos históricos usando esta tecnología.
En la segunda sala, la de desarrollo multimedia, se ubicarán equipos como el estudio de grabación, de edición de audio, plató, sistemas de captura de movimiento o metodología de realidad virtual, mixta o aumentada. El tercer espacio previsto irá destinado al coworking (lugar compartido de trabajo) para emprendedores que quieran materializar su proyecto o que ya se hayan constituido como startup (empresa tecnológica emergente), mientras que la tercera zona será para la realización de prácticas de los alumnos y proyectos de fin de grado o máster relacionados con los videojuegos. Finalmente, habrá un lugar de dispersión o reuniones.
El presupuesto inicial de este proyecto, que deberá ser ratificado por el Consejo de Gobierno, para que pueda echar a andar se ha estimado en torno a los 40.000 euros. Al respecto, el decano del centro, Ignacio Fernández de Mata, explica que la adaptación de espacios para la nueva instalación no es muy costosa puesto que comprende solo obras menores de albañilería, como la eliminación de tabiques en la zona donde antiguamente se encontraba la biblioteca de Enfermería o distintos despachos, algo en lo que, según avanza, ya está trabajando el Vicerrectorado de Planificación y Servicios.
A ello se sumará una pequeña inversión en equipamiento, ya que para empezar se utilizarán los recursos tanto materiales como humanos ya existentes. Y es que, una parte de la actividad que tendrá el centro se encuentra dispersa por distintas dependencias del campus, dado que el grado de grado de Comunicación Audiovisual se imparte en la Facultad de Económicas y hay también salas de realidad virtual en la Biblioteca Central, mientras que la sede del grupo Admirable está en la Escuela Politécnica del Vena.
potencial. «Partimos de lo que ya venimos haciendo y queremos unificarlo para impulsarlo y crear un centro mucho más potente», manifiesta, haciendo hincapié en las posibilidades de crecimiento que se prevén en un futuro con la transferencia de conocimiento como uno de los cometidos. En este sentido, detalla que ya se han llevado a cabo encargos para empresas y que se está pendiente de desarrollar un trabajo con la Diputación en la promoción de elementos patrimoniales. Servicios a demanda donde también incluye la creciente aplicación de estas herramientas interactivas a campos como el educativo y el terapéutico.
Para su completa puesta en funcionamiento se plantean varias fases. La primera comprende la obra civil y el traslado de la tecnología y el nuevo material adquirido, así como el lanzamiento del proyecto, algo que el responsable académico sitúa en mediados de 2020. Con esto empezaría a funcionar el laboratorio, puesto que también se cuenta ya con parte del personal, para que en 2021 pueda realizarse un desembolso económico mayor, aún por definir, en equipamientos y programas «potentes» que permitan profundizar en la captación de proyectos de investigación. A partir de ahí, la consolidación del mismo llega hasta 2025.
«Seguirá el modelo de centro de desarrollo e investigación de la Universidad como el CIBA o el ICCRAM en cuanto a su gestión interna», explica el responsable académico, en referencia a otras dotaciones del campus vinculadas a la biotecnología alimentaria, en el primer caso, o al estudio de materiales en el segundo. Justifica su importancia con varios argumentos y uno de ellos es que «todo lo que está relacionado con los videojuegos es ahora mismo la primera industria mundial del campo audiovisual», a lo que añade la experiencia de la institución burgalesa en este campo de trabajo.
«Hemos visto que existe la posibilidad de generar un centro que no hay en nuestro entorno y que nos diferencia del resto de universidades de Castilla y León», sostiene Fernández de Mata, remarcando a su vez que se trata de una «nueva línea estratégica de desarrollo para la UBU, una base de relación con la industria y un fundamento para un nuevo grado», en referencia al que ha solicitado el Rectorado a Consejería de Educación de Diseño y Desarrollo de Videojuegos.